Morada Celestial

La perturbación es un desequilibrio emocional, una ausencia de paz, y es como vivir con un torbellino dentro de sí.

“No se turbe vuestro corazón” significa, literalmente, “no se sienta perturbado”. La perturbación es un desequilibrio emocional, una ausencia de paz, y es como vivir con un torbellino dentro de sí.

Esto normalmente sucede cuando la persona pierde algo o a alguien. Muchos quedan “perturbados” por la idea de no tener más a una determinada persona, una posición, un título, una conexión con el poder, etc. Y terminan sucumbiendo al miedo, a las dudas y a las confusiones del corazón.

Los discípulos estaban en una grave confusión emocional cuando escucharon que el Señor los dejaría y regresaría al Padre. “Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis; pero como dije a los judíos, así os digo ahora a vosotros: A donde Yo voy, vosotros no podéis ir”. (Juan 13:3).

Entonces, ¿cuál es la vacuna contra la perturbación? “En la casa de Mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, Yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros”. (Juan 14:2). El Señor Jesús no mintió cuando dijo que, si creíamos, curaríamos a los enfermos, echaríamos fuera demonios y seríamos bautizados con el Espíritu Santo. ¿Por qué mentiría con relación a la morada celestial, qué es la salvación eterna? “Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios”. (Hechos 7:55).

Esteban fue apedreado, pero él no estaba mirando a las piedras, sino al cielo. Sus ojos estaban fijos en las moradas celestiales, no en la propia vida en este mundo. Él valoraba lo eterno y despreció lo que era momentáneo.

Nosotros tenemos que usar siempre la Fe inteligente y pensar: «Eso que me está pasando, lo que estoy perdiendo, no es nada comparado con la morada celestial que Jesús envió para mi». Esa era la fe que había dentro de Esteban. ¡¿Vamos a creer?!

 Autor: Obispo Gonçalves

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