Los ojos pueden ser los mayores agentes del pecado

Los ojos pueden ser los mayores agentes del pecado

Vamos a profundizar más en este tema que, para mí, es de suma importancia para mantenernos firmes en la fe.

En Génesis 3, en la tentación de Eva, vemos que la serpiente recurrió́ a la mirada:

“Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y que el árbol era deseable para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y comió́; y dio también a su marido que estaba con ella, y él comió́.”

– Génesis 3:6

Por eso, pienso que los ojos pueden ser los mayores agentes de iniquidad, si no hay vigilancia de nuestra parte. Ni bien estos se fijan en algo que nos tienta, el diablo inmediatamente susurra en nuestros oídos que el pecado, con el cual estamos a punto de involucrarnos, es inofensivo y nunca será́ descubierto.

Pero eso es una gran mentira; a fin de cuentas, si Dios no libró de las consecuencias de sus errores ni siquiera a los ángeles que transgredieron Su Palabra, condenándolos al infierno eternamente (2 Pedro 2:4), ¿por qué dejaría sin sufrir las consecuencias de su pecado a aquel que conoce y predica la Verdad, pero que decide deliberadamente desobedecerla?

Mensaje sustraído de: El Oro y el Altar (autor: Obispo Edir Macedo)

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