Noticias | - 12:22 am
Tal vez en este momento te sientes un poco de desconcierto.
Tal vez en este momento te sientes un poco de desconcierto. En lo profundo de tus pensamientos, corren y brotan inquietudes y preocupaciones. Te cuesta a dormir, pero das vueltas en la cama. Es más, es una tortura tratar de acostarte e intentar relajar tu mente. No te sientes bien dentro de tu piel o cuerpo.
Tú, amigo/a estas sufriendo de una angustia dolorosa en tu interior.
Pero, ¿qué es estar en paz?
Muchos creen que la paz se adquiere cuando uno alcanza las metas externas. Por ejemplo, hay aquellos que piensan que, despertándose de buen humor, comiendo saludable, hacer ejercicio, y manteniendo pensamientos positivos durante el día hasta dormir le dará paz a su interior. Estas metas le pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad e, incluso, aumentar una sensación de paz.
Otros creen que el estar en paz es tener tranquilidad dentro sí mismo y en su alrededor. La idea de la tranquilidad es que se logra mejorar la ecuanimidad, generando la paz interior. Ecuanimidad es la habilidad que se aprende a lidiar con el mundo y sus dolencias. Pero, ¿cuál es el verdadero significado de la paz? Algo que es seguro es que este mundo no puede proveer la verdadera paz.
La sociedad y los científicos piensan que, para tener paz, se tiene que ser sumiso al mundo y a los problemas que contrae, porque, aunque no queramos, parece que sujetarse a los problemas proveerá sosiego interiormente.
Pero, la Palabra de Dios dice, “La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27). Claro está, que la paz o mejor dicho la paz verdadera que da el Señor es completamente diferente que la que sugiere el mundo.
Pero, ¿qué es tener la paz verdadera?
A través de la cruz del Señor Jesús, Dios estableció nuevamente la paz, como está escrito:
Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo… (Romanos 5:1).
La paz verdadera abarca mucho más que una tranquilidad que prevalece a pesar de las tempestades externas.
El Espíritu Santo nos consuela en los momentos de aflicción. Él nos llena de autoconfianza, paz verdadera e inefable en el Señor Jesús.
La paz verdadera es lo contrario del desconcierto, inquietudes, preocupaciones, o conflictos interiores, en otras palabras, de todas las obras de la carne.
El que está en paz con su Creador también lo está consigo mismo y con su semejante; si la iglesia de Cristo está dividida, esta situación muestra el reflejo de la relación con Dios, como miembros del cuerpo.
¡Sin Dios no hay paz verdadera! ¡Sin la presencia del Príncipe de Paz, de quien el profeta Isaías habla, no hay unión ni amor!
Independientemente de los problemas o luchas que el mundo trata de imponerle, la paz verdadera que proviene Dios siempre prevalecerá.
Si usted o alguien que conoce desea encontrar la Paz Verdadera, acompáñenos los miércoles con el estudio del Fruto del Espíritu Santo a las 7am, 10am, 4pm, principalmente 7pm en el 703 S Broadway, Los Ángeles, California 90014 o en la Universal más cercana a usted.
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