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El Señor de señores

El Señor de señores

A partir del versículo 11 en el capítulo 19 de Apocalipsis, tenemos la visión y la descripción del Juicio Final sobre el mal, antes de la llegada de la Nueva Jerusalén. Esta sección comienza con la aparición triunfal del Señor Jesús:

Y vi el cielo abierto, y he aquí, un caballo blanco; el que lo montaba se llama Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y hace la guerra. Sus ojos son una llama de fuego, y sobre su cabeza hay muchas diademas, y tiene un nombre escrito que nadie conoce sino Él. Y está vestido de un manto empapado en sangre, y su nombre es: El Verbo de Dios. Y los ejércitos que están en los cielos, vestidos de lino fino, blanco y limpio, le seguían sobre caballos blancos.  De su boca sale una espada afilada para herir con ella a las naciones, y las regirá con vara de hierro; y Él pisa el lagar del vino del furor de la ira de Dios Todopoderoso. Y en su manto y en su muslo tiene un nombre escrito: Rey de reyes y Señor de señores (Apocalipsis 19:11-16).

Las características de ese Jinete son inconfundibles. Él es el Propio Señor Jesús, el Fiel y Verdadero, que viene para establecer Su justicia en la Tierra. Es contrastado con el falso jinete del caballo blanco del capítulo 6:2- el Anticristo. Aquí, Juan insiste en resaltar varias atribuciones del Señor Jesús, como quien busca eliminar cualquier duda sobre la identidad de ese Jinete. Más allá de Fiel y Verdadero, además es referido por estos nombres:

Un Nombre que solo Él sabía– aún será revelado. Dios siempre demostró gran celo y santidad por Su Nombre. “Santificado sea Tu nombre”, nos enseñó el Señor Jesús en la oración del Padre Nuestro. El cristiano que teme a Dios tiene un gran respeto hacia Su Nombre y no lo usa descuidadamente.

El Verbo de Dios– Él es el Verbo que Se hizo carne y que habitó entre nosotros. Cuando oímos la Palabra de Dios, oímos al Propio Dios. Cuando la ignoramos, despreciamos a Su Persona.

Rey de reyes y Señor de señores– la autoridad máxima sobre toda la Tierra. Este título enfatiza el poder absoluto del Señor Jesús como el Guerrero Divino. Él ya no está sobre un pollino, sino sobre un caballo de batalla. Ya no son lágrimas las que salen de Sus ojos, como cuando miró a Jerusalén, sino fuego. En lugar de ser desvestido como lo fue en la cruz, usa vestimentas empapadas con la sangre de Sus enemigos. Ya no carga la ira de Dios sobre Sí en la cruz, sino que trae el furor de esa ira sobre los que rechazaron la salvación.

El Fiel y Verdadero busca a personas fieles y verdaderas que vivirán con Él eternamente. Aunque usted haya sido la persona más infiel y mentirosa de este mundo, podrá tornarse fiel y verdadera cuando se rinda al Señor de señores.

Continuará…

Libro: La Tierra va a Prenderse Fuego

Autor: Obispo Renato Cardoso