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El ambiente violento en su niñez la llevó a intentar el suicidio durante la adolescencia

Varios niños crecen en un hogar violento con falta de amor y cariño. En vez de recibir un abrazo y amor de sus padres, reciben desprecios, golpes, palabras hirientes y maldiciones.

Varios niños crecen en un hogar violento con falta de amor y cariño. En vez de recibir un abrazo y amor de sus padres, reciben desprecios, golpes, palabras hirientes y maldiciones.

Varios niños crecen en un hogar violento con falta de amor y cariño. En vez de recibir un abrazo y amor de sus padres, reciben desprecios, golpes, palabras hirientes y maldiciones. La sonrisa y la alegría se tornan en dolor, depresión y sufrimiento. Valeria Andrea creció en un hogar donde la violencia dominaba su casa. Su padre, a consecuencia de su carácter explosivo y violento, golpeaba severamente a ella y a sus hermanos. Los golpes llegaban a tal extremo que a veces los dejaba inconscientes.

Cuando Valeria escuchaba a su padre llamar su nombre, comenzaba a temblar de miedo a causa de los tratos violentos que él aplicaba a su familia. Con el paso del tiempo, la situación iba de mal en peor. Ese miedo se convirtió en odio hacia su padre e, incluso, hacia su madre debido que ella no hacía nada ante esta situación. El dolor y el sufrimiento era tan severos que, a una temprana edad, Valeria cayó en un cuadro depresivo.

A los 14 años, al no saber que más hacer, intentó suicidarse ingiriendo veneno. Al ser un intento fallido, su padre le dijo que la próxima que intentara quitarse la vida, él le dejaría una pistola cargada con balas para que se mateara. Al cumplir los 18 años, ella ya se fue de la casa para huir del maltrato y del dolor y buscar la felicidad, pero el recuerdo del pasado violento no le permitía. Llegó a pensar que nadie la podía ayudar, al punto de darse por vencida.

En medio de esta situación, ella fue invitada a la Universal y aceptó a participar en los servicios de fe. Desde el primer día percibió paz interior y, consecuentemente, nació una luz de esperanza hacia un cambio de vida. Participando los viernes, ella fue liberada de la depresión, de los recuerdos del pasado y del odio que sentía. Logró vencer su pasado y perdonar, principalmente a su padre. Hoy Valeria es una mujer feliz y grandemente bendecida. Tiene paz interior y motivos para vivir.

Si usted sufre con depresión debido a los problemas que han dominado su vida, le extendemos una invitación especial para los viernes, cuando realizamos una oración de fe para que sea liberada de la depresión y de todo mal que esté actuando en su vida. No importa la situación que esté enfrentando, usted puede ser libre y adquirir una vida transformación de vida. No falte el día viernes a las 7a.m., 10a.m., 4p.m. o 7p.m. en el 703 S Broadway, Los Ángeles, California 90014. También nos puede acompañar en el 625 S Bonnie Brae St, Los Ángeles, California 90057 o en la Universal más cercana a usted.

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