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La relación que funciona

La relación que funciona

Honestamente, ¿puedes decir que eres amiga íntima de alguien con quien no conversas, aunque te guste y tengas un cariño especial por ella? Es obvio que no, pues una relación depende de la comunicación. Nadie puede soportar una convivencia basada sólo en lo que la otra persona representa. El matrimonio, los hijos y los amigos necesitan tener un tiempo para poder interactuar.

Es necesario que tengamos tiempo para conversar con las personas que son importantes para nosotros. A veces, la conversación no es demasiado interesante, pero, aun así, es extremadamente necesaria para el mantenimiento de la relación.

Con Dios no es diferente. Muchas hablan con orgullo de su fe en Dios, sin embargo, no tienen comunión con Él. Son las cristianas ocupadas.  Las 24 horas del día están ocupadas con todo menos con las cosas de Dios.  Aunque frecuentan la iglesia apenas unas horas por semana, piensan que ya hacen lo suficiente para mantener el título de cristianas. ¿Podrías tener algún tipo de relación con tu marido si conversaras con él solamente dos veces por semana? Yo creo que no. Además, si esto ha pasado, estoy segura de que esos pocos momentos en que estabais juntos han estado llenos de peleas y discusiones. Si tu relación con Dios está basada en una creencia y nada más, entonces, esta relación no tiene la menor oportunidad de sobrevivir.

Como en cualquier otra relación, necesitamos comunicarnos con Dios para que podamos establecer una comunión verdadera.  Dios no mira nuestro título de cristiana, no es el título lo que nos hace cristianas. Sólo podemos decir que somos verdaderamente cristianas si conocemos a Dios personalmente en nuestro día a día.

La mujer de oración tiene gran valor delante de Dios porque Él sabe que, aunque tenga muchas cosas que hacer y esté siempre muy ocupada, siempre separará un tiempo para hablar con Él. Si eres madre, sabes que algo está mal si tu hijo deja de comunicarse contigo. Lo mismo sucede respecto a Dios. Tú puedes incluso tener un cargo importante en la iglesia, pero si no conversas con Dios como hablas con las personas de tu alrededor, tu relación con Él es pobre y deficiente.

Para ilustrar esto, el Señor Jesús dice: “Muchos me dirán en aquel día:  Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Jamás os conocí; apartaos de mí, los que practicáis la iniquidad.” Mateo 7:22,23

Algunas de nosotras leen este versículo y no perciben lo serio que es. Nuestro Señor está afirmando que ¡muchas cristianas van a ir al infierno! Y si mencionó a aquéllos que Le sirvieron, ¡imagínate lo que sucederá con aquéllas que no Le sirvieron!

Es el momento de ser sabias y dejar de fingir, pues la relación con Dios es mucho más que una simple religión.  Establece un horario para hablar con Él todos los días – preferentemente cuando no haya nadie que pueda interrumpirte. No tardarás mucho en darte cuenta de lo mucho que esta aproximación te fortaleció y completó, además de haber tenido intimidad con el Único que puede satisfacer todas tus necesidades.

Continuará…

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