Vencimos la maldición que estaba destruyendo nuestro hogar

Testimonio de la Familia Gaona

La familia Gaona hoy disfruta de un hogar bendecido, lleno de paz y unión, pero las cosas no siempre fueron así. A consecuencia de una maldición hereditaria, la vida de ellos era un caos. Ellos nos comentan más sobre su historia:

El señor Michael Gaona nos comenta:

-Infelizmente, mi familia fue víctima de una maldición hereditaria. Mi padre, desde una temprana edad, se indujo en el vicio del alcohol. A paso del tiempo, mis padres se conocieron y se casaron. Al inicio del matrimonio, todo iba bien y económicamente estaban estables, pero el vicio de mi padre lo llevó a perder todo. Nuestro hogar se tornó un infierno ya que la violencia doméstica tomó posesión de nuestra familia.

-Al ir creciendo, la situación por la cual pasé en mi niñez me llevó a involucrarme en el mundo de las pandillas en la adolescencia. Fue allí donde comencé a inducirme en el vicio del alcohol, al igual a mi padre. El tiempo pasó y conocí a mi esposa Ángela. Tomamos la decisión de casarnos y todo al principio estaba bien y económicamente estábamos estables también. Pero, como sucedió con mis padres, me llegó a suceder. A causa de los vicios, perdí el empleo y mi hogar se tornó en un infierno.

La señora Ángela, al igual que el señor Michael, también fue víctima de una maldición hereditaria. Ella nos cuenta:

-Mi mamá, en una temprana edad, sufrió la pérdida de sus padres. Consecuentemente, cayó en depresión y comenzó a tomar y a fumar. La tristeza y el rencor ante la pérdida de sus padres no le permitió ser feliz. Infelizmente, lo que vivió mi madre, lo terminé viviendo. A los 18 años de edad, perdí a mi mamá.

-Tras la muerte de ella, me induje en el alcohol, de igual manera que ella hizo cuando mis abuelos murieron. Estaba completamente deprimida ante la situación que enfrenté. Un poco después conocí a Michael y luego nos casamos. Todo parecía ir bien en el principio, pero todo dio un giro inesperado. Michael se tornó en un hombre agresivo, al punto de tenerle miedo a él. Caí más en la depresión y con otros problemas mentales, al punto de necesitar medicamentos para controlarme emocionalmente. Pensaba que perdería la razón ante el infierno que vivía.

En esta situación, la señora Ángela oyó hablar sobre la Universal. Tomó la decisión de participar de los servicios de fe. De igual manera, el señor Michael le acompañó. Perseverando en las cadenas de oración, el señor Michael fue liberado de los vicios y su carácter comenzó a cambiar.

La señora Ángela fue libre de la depresión y de los problemas mentales que tenía. Dios fue restaurando su hogar y tornó la maldición hereditaria en la bendición hereditaria. En la actualidad, ellos tienen un hogar bendecido, donde existe la paz y la tranquilidad. Los vicios, la violencia doméstica y la depresión forma parte del pasado de esta familia. Ellos pueden ahora pasar la bendición a sus hijos y a sus futuras generaciones, a través de la fe en Dios.

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