Noticias | - 8:40 am
La Reserva Federal repite el incremento de junio y sitúa el precio del dinero en el 2.5%, en un intento de enfriar la economía y luchar contra la inflación.
La Reserva Federal tenía ante sí dos posibilidades en la reunión de julio, que concluyó la semana pasada: un gran aumento de los tipos de interés o una subida aún mayor. Los responsables del banco central sugerían un incremento de 75 puntos básicos, como finalmente han decidido igualando el alza de la anterior convocatoria, pero también han analizado un movimiento mayor ante la evidencia de una economía que sigue alimentando la inflación.
Al final se ha impuesto la cautela por el riesgo implícito de desencadenar una recesión con una subida mayor. Los mercados apostaban por esta subida y el comunicado de la Reserva Federal justifica su decisión en el hecho de que los indicadores recientes de gasto y producción se hayan suavizado, siendo las ganancias laborales sólidas y la tasa de desempleo todavía baja. El escenario esperado es que el precio del dinero alcance el 3.4% a finales de año.
Tras el anuncio de la cuarta subida de tipos en lo que va de año, Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, no ha descartado otro incremento “inusualmente alto” en septiembre si fuera necesario, pero, a la vez, se ha curado en salud al señalar que, a medida que se endurezca la política monetaria, también sería “apropiado” ralentizar el ritmo de subidas para valorar su efecto acumulativo en la economía. “Podemos evitar la recesión”, dijo.
Cualquier análisis de perspectivas se ve complicado por datos económicos mixtos, en concreto una inflación desbocada combinada con indicios de ralentización.
Fuente Consultada: elpais.com
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