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¿Dónde me equivoqué?

Todo el mundo lo hace, todo el mundo comenta, todo el mundo canta sobre el sexo, pero pocos entienden su verdadero significado y valor

¿Dónde me equivoqué?

¿DÓNDE ME EQUIVOQUÉ? Se trata de aquella vieja historia: El joven conoce a una chica y ésta se enamora de él y, para probar que su amor es verdadero, tiene que acostarse con él.  Por miedo a perder al joven de sus sueños, se entrega y después de algún tiempo, la cambia por otra. Y aquella que antes era simplemente una joven, ahora es una futura madre.

Durante algún tiempo evita relacionarse con otros jóvenes, pues está demasiado herida; pero pasados aquellos momentos, nuevamente se enamora y, esta vez, se jura a sí misma que no lo volverá a perder. Entonces, sucede los mismo de nuevo: El mundo se desmorona sobre su cabeza y acaba sola una vez más. Entonces, se pregunta: “¿Qué van a pensar mis amigas de mí?” o “¿qué dirá mi familia ahora? ¡Tiene que haber algo malo en mí! Mientras que ella se entregue a cualquiera que aparezca en su camino, siempre habrá algo malo. Su vida íntima, que debería ser preservada, ¡pasó a estar a disposición de cualquiera que llama a su puerta!

El sexo es lo más íntimo y personal en una relación entre dos personas y, por eso, no debe practicarse con cualquier hombre o novio.  El acto sexual es la alianza que hace que un hombre y una mujer sean un solo cuerpo después del matrimonio. Cuando una joven intenta establecer esta alianza con alguien que no es su marido, además de convertirse en un solo cuerpo, terminan separados debido a la insensatez y a la carnalidad de tal relación.

Muchas mujeres no se dan cuenta de la importancia del sexo después del matrimonio. Piensan que se trata simplemente de un deseo carnal, demasiado fuerte como para ser controlado. Pero, en realidad, lo que su carne desea no es el sexo en sí – lo que más quiere es tener al hombre de sus sueños a cualquier precio.  El sexo es simplemente un arma.

Hoy en día, el sexo está en todas partes: en las películas, los programas de televisión, etc. Todo el mundo lo hace, todo el mundo comenta, todo el mundo canta sobre el sexo, pero pocos entienden su verdadero significado y valor, pues fue creado por el Propio Dios. Él creó las relaciones sexuales para que el hombre y la mujer pudieran convertirse en un solo cuerpo para el resto de sus vidas, de la misma forma como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son Uno sólo.  Esta unión es grandiosa y Dios nos dio el privilegio de disfrutar de una unión semejante a través de este compromiso verdadero llamado matrimonio.

La joven hasta puede soñar con su príncipe, pero si no se comporta como una princesa, ¿cómo podrá encontrarlo? Una princesa, por lo menos antiguamente, se guardaba para aquél con quien iba a casarse, quien generalmente, era alguien escogido por sus padres. Crecía aprendiendo todo respecto a cómo ser una buena esposa y madre. Cuando llegaba el tan esperado día de su boda, se vestía de blanco – no porque fuera costumbre – sino porque representaba su pureza.  Lo mismo   debe   suceder   con   la mujer   que teme    al    Señor.   Debe dedicar su tiempo preparándose para su futuro marido, aquél que Dios escogió para ella. El día de su boda es definitivamente el día más especial de su vida, no simplemente por marcar el inicio de un compromiso para toda la vida, sino también porque ¡se convertirá en un solo cuerpo con su príncipe

Cada vez que tú seas presionada para mantener relaciones sexuales con tu novio, acuérdate:  Si él te está presionando es porque no es la persona adecuada para ti; si lo fuese, ¡aguardaría a esta ocasión tan especial para cuando se convirtiesen en un solo cuerpo!

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Autor: Cristiane CardosoSi le interesa lea también: El día en que nací

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