Noticias | - 5:22 pm
Ya te paraste a pensar cómo hay pequeños establecimientos que consiguen mantenerse cuando, por cualquier motivo, ¿cierran las puertas? Pequeños restaurantes que cierran en la hora de la comida, pequeñas tiendas que cierran durante un breve intervalo y abren más tarde y, así, dejan de ser los preferidos de las personas… Bien, si nunca pensaste en eso, no te estás perdiendo nada. No es tu caso, ¿o sí lo es? Si es así exactamente como actúas respecto a tu vida, entonces puedes considerarte preparada para sufrir alguna carencia, pues te falta todo: amor, alegría, paz, etc. Las personas que se encierran en su propio mundo acaban pagando un alto precio. Es muy difícil convivir y trabajar con una persona que se encierra en sí misma. No pasa nada porque sea seria o que no le guste mucho conversar; pero si es demasiado seria y nunca tiene tiempo para hablar con las personas a su alrededor, eso acabar causándole gran malestar, pues las demás, simplemente, no saben cómo tratarla.
Muchos hombres tienen serios problemas con las mujeres muy encerradas en sí mismas, nunca saben lo que están pensando o queriendo; saben, solamente, que sus esposas no son felices y serían capaces de hacer cualquier cosa para cambiar esta situación. Tal vez una malísima experiencia haya hecho que tú te vuelvas así, en un intento por protegerte y de no volver a pasar nunca más por esa misma situación; pero ¿realmente es la forma adecuada de evitar pasar por malas situaciones? ¿Ya pasó por tu cabeza que, debido a ese comportamiento, puedes estar perdiendo amistades y relaciones muy buenas? Protegerte de las personas que te rodean no impedirá que tengas problemas, pero sí tener amistades y, quien sabe, tal vez hacer la diferencia en la vida de alguien.
Una mujer encerrada en sí misma es como un punto de interrogación. Nunca sabes cómo está, qué siente, qué piensa, qué quiere, etc. Es misteriosa y, aunque eso parezca divertido, acaba convirtiéndose en algo irritante con el paso del tiempo. Hay casos de mujeres que están tan ensimismadas que cuando alguien se da cuenta de los problemas que está pasando ya es demasiado tarde para ayudarlas; y ¿por qué? ¡Porque están encerradas! Hay otras que se aferran a la envidia y al resentimiento durante toda la vida, simplemente porque no son capaces de desahogarse con la persona que las maltrató. Fíjese que, la mayoría de las veces, las personas no se dieron cuenta de que las maltrataron.
La mujer de Dios sabe que cuanto más se encierra en sí misma, más difícil le resultará descubrir cuál es su lugar, decir las palabras adecuadas o comportarse de manera apropiada. Ella es sabia y por eso, es abierta – lo que la hace ser diferente de las demás. No tiene miedo de lo que piensen de ella, no esconde lo que es y, casi siempre, comete errores delante de los demás; a fin de cuentas, es un libro abierto. Y ¡no hay forma de que no guste una persona que es como un libro abierto! Nunca guardará nada contra ti, pues si no le gusta alguna cosa que dijiste, siempre te lo dirá. No guarda secretos desagradables – ¡es transparente!”
Continuará…
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Autor: Cristiane Cardoso
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