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Mitos VI

En teoría sí, pero en la práctica el remedio puede ser peor que la enfermedad

Mitos VI
16. “Después de que nos casemos, él/ella va a cambiar”
No, él no va a ser más cariñoso ni dejará de mentir solo porque se casó con usted. Ella no va a ser una mujer más amable o menos imprevisible después de convertirse en su esposa. Las personas no cambian en virtud del matrimonio. Solo cambian cuando quieren cambiar. Si hay algo sobre el carácter de él que es inaceptable, necesita arreglar eso antes de casarse con usted, ya que después tendrá poco incentivo para hacerlo. Normalmente, lo que ya es malo durante el noviazgo, empeora después del casamiento.
17. “Quedó embarazada, ahora tiene que casarse”
En teoría sí, pero en la práctica el remedio puede ser peor que la enfermedad. Con tanta gente teniendo sexo irresponsablemente, el embarazo no planeado es una de las consecuencias que puede no resultar en el inicio de una familia. La decisión de casarse debe tener en consideración mucho más que un embarazo. No todo hombre que tiene la capacidad de embarazar a una mujer tiene condiciones para ser padre y marido. Y no toda mujer que queda embarazada tiene condiciones para ser madre y esposa. No es por casualidad que muchos niños son criados por sus abuelos. Una tragedia social, sí, pero el casamiento automático por razones de embarazo puede ser aún más trágico para todos los involucrados. Las consideraciones correctas necesitan ser hechas y bien evaluadas antes de actuar.
18. “Un hijo nos unirá para siempre”
Este mito es la cría del anterior. En la creencia de que el novio o marido adquirirá juicio, se casará y formará una familia con la llegada de un hijo, muchas mujeres se lanzan al embarazo como medio de garantizar la relación. Basta decir que, si ese mito fuera verdad, no habría madres solteras por ahí. Los estudios también muestran que la llegada de un hijo le trae mayores desafíos a una pareja. Si ellos no tienen preparación y la relación es conflictiva, un hijo solo traerá más desunión.
19. “El sexo es solo un acto físico”
Así dicen los que proponen ser “amigos con derechos”, una relación entre dos amigos que mantienen relaciones sexuales sin compromiso de noviazgo. Promueven la idea de que el sexo es solo una necesidad fisiológica, nada más que eso. Ningún sentimiento, ninguna conexión. Solo sexo. Lo lavó, está listo para usar de nuevo. Los mayores aliados de este mito, como de muchos otros, son las películas, series y novelas. ¿No es ahí que usted ve a los personajes yéndose a la cama ya en el primer encuentro o teniendo relaciones como si fueran a tomar un cafecito? Ese mito sirve para muchos como excusa para tener sexo a voluntad sin las complicaciones de una relación sentimental. Después de una visión tan banalizada de la cosa, cuando esas personas se casan, no valoran el sexo, pues no logran asociarlo a la intimidad. El sexo, en realidad, es un intercambio físico, emocional, psicológico, espiritual y de compromiso. Pensar en sexo como un acto solo físico es como pensar en la comida solo como ración. (Cualquier semejanza con los animales tal vez no sea mera coincidencia.)

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