La verdadera disciplina

¿cuál es la verdadera disciplina que nosotras, madres, tenemos que dar a nuestros hijos?

La verdadera disciplina. Como madre, sé cómo deseamos disciplinar a nuestros hijos de la manera correcta, obteniendo un resultado positivo en su vida futura. Intentamos todos los métodos que oímos de nuestras propias madres y amigas, pero, aun así, es difícil definir cuál es la mejor manera – al final, todas las madres desean ser las mejores madres del mundo. La verdadera disciplina no hace que tu hijo crezca enfadado y con rabia de ti; al contrario, hace que tu hijo crezca y te agradezca por la infancia que tuvo. Entonces, ¿cuál es la verdadera disciplina que nosotras, madres, tenemos que dar a nuestros hijos? Todas nosotras sabemos que nuestros hijos son diferentes unos de otros y no podemos esperar que una misma regla sea adecuada para todos. Aun así, existen cosas que pueden hacerse en el día a día que surtirán efecto en cualquier niño. Son éstas:

1. Interésate por el crecimiento de tu hijo. No permitas que crezca para convertirse en cualquier cosa. Interésate en su crecimiento; haz el esfuerzo de trabajar en aquellas debilidades de carácter y comportamiento que pueden perjudicarlo.  Tal vez siempre mienta y piensas que eso es algo temporal de su infancia, pero yo te digo: No es así. Si no corriges las actitudes equivocadas de tu hijo, se quedarán con él para el resto de la vida.
2. Moldea a tu hijo.  He oído a algunos padres decir sobre sus hijos: “¡Él es así!” Como si el hecho de ser padres no tuviese ninguna utilidad. Nosotros somos quienes hacemos a nuestros hijos ser aquello que deseamos.  Está claro que tendrás que trabajar en ellos constantemente, pero es posible moldearlos de la manera que queremos.
3. Ayuda a tu hijo a ser aquello que él desea. Talvez tu hijo siempre soñó con ser piloto, pero, en realidad, no es para poder viajar y ganar mucho dinero, sino ¡para impresionarte a ti! Acuérdate: debes trabajar en tu hijo para que crezca y sea realmente aquello que él quiere ser.
4. Pasa tiempo con tu hijo. Tal vez a él le guste quedarse con otros niños en el parque saltando o jugando, pero es más importante que tú pases tiempo con él que satisfacer sus deseos.  Quedar con otros niños es bueno para él, pero no tan bueno como quedarse contigo.
5. Pide a Dios que te ayude.  No necesitas ser religiosa para tener Su dirección en su vida. Dios es el mejor Padre que existe y tú realmente puedes aprender buenas lecciones con Él. ¡Yo aprendí!