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Para continuar la búsqueda de su guía tanto ella como su esposo debían arrepentirse de la vida de pecado
Antes de que Dios entrara a su corazón Soraya Enamorado estaba siendo víctima del vicio del alcohol, había adquirido ese hábito como una medida desesperada para calmar su dolor y conseguir algo de paz, pero cada trago solo hacía arder más su corazón. Su pareja le era infiel y ella lo sabía por lo que la tristeza y la depresión la consumían a diario dejando en la bebida una falsa solución a su situación.
Aunado a esto su hijo sufría de asma por lo que le dolía mucho ver con qué frecuencia debía ser hospitalizado, le costaba sacar fuerzas y hacerle frente a la depresión, pero sabía que no podía abandonarlo en aquella lucha que él también enfrentaba.
La situación estaba por empeorar para ellos como familia puesto que tras un accidente su esposo quedó postrado en una cama con la garantía de los doctores de que no volvería a caminar. No fue hasta que su cuñado al ver que ambos ya habían tocado el fondo del pozo le abrió la invitación para asistir a la Iglesia Universal.
Sin dudarlo Soraya comenzó a profundizar en la palabra de Dios entendiendo que para continuar la búsqueda de su guía tanto ella como su esposo debían arrepentirse de la vida de pecado que hasta ahora habían llevado. A través de su constancia en la fe lograron alcanzar una vida llena de certezas puesto que recibieron en su hogar al Espíritu Santo quien los llenó de fuerzas para lograr ser sanados y alejados de todos aquellos pecados que regían su vida.
Hoy en día gracias a que siguen a través del sendero de Dios es que han podido alcanzar una vida plena llena de gustos y placeres que siempre soñaron siendo hoy dueños de propiedades y de sus propios negocios, pero lo más importante un hogar cubierto por la paz.
Testimonio Soraya Enamorado.
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