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Dios usa el mal para un buen propósito. Por ejemplo, Él usa el dolor y el sufrimiento para atraer a las personas para Sí. Dios no es el causante de esos problemas, pero los aprovecha para mostrar Su poder, especialmente porque la mayoría de las personas solo busca a Dios cuando está sufriendo. Además, es la existencia del mal lo que suscita actitudes bellísimas en personas del bien, como la lucha por la justicia, el coraje, el sacrificio y el amor al prójimo.
Dios ya solucionó el problema del mal. Al contrario de lo que muchos piensan, que Dios no hace nada para combatir el mal, la verdad es que Él ya vino a este mundo como hombre, pasó por varios tipos de sufrimiento, como dolor, injusticia, traición, pobreza, y derrotó al mal en la cruz. Toda maldad humana, todos los vicios de la voluntad, ya fueron solucionados en el Calvario. Además, recibimos autoridad sobre Satanás en Nombre del Señor Jesús. Quien cree y vive esta fe ya demuestra en su testimonio las señales de victoria sobre el mal a través de un carácter transformado y de una vida de calidad. El mal solo prevalece todavía en el mundo porque el ser humano continúa rechazando a Dios.
El Apocalipsis fortalece nuestra esperanza de que un día el mal será completamente erradicado. La perfecta paz y justicia reinarán en el nuevo Cielo y en la nueva Tierra, sobre los cuales aprenderemos más a partir del próximo capítulo. Pero la Palabra de Dios también nos muestra que nuestra victoria sobre el mal puede comenzar ya, ¡aquí y ahora! Basta con creer totalmente en la obra completa de nuestro Señor Jesús en la cruz y asumir esa fe de forma práctica.
Continuará…
Libro: La Tierra va a Prenderse Fuego
Autor: Obispo Renato Cardoso
