Noticias | - 10:28 am
Pero Dios le dijo: «¡Necio! Esta misma noche te reclaman el alma; y ahora, ¿para quién será lo que has provisto?» (Lucas 12:20).
¡Es una necedad despreciar la salvación! Es una necedad creer que hay tiempo de arrepentirse y entregarse en un futuro cercano. Tal vez usted no pase de esta noche…
En el período de la Gran Tribulación, cuando ya no haya nadie para predicar el Evangelio, pues todos los convertidos, incluyendo a los sellados de Israel, ya habrán sido arrebatados o muertos los ángeles, que no pueden ser tocados por el Anticristo, lo predicarán. El mensaje que divulgarán es que las personas teman a Dios, Le den gloria y Lo adoren, pues ha llegado Su juicio sobre todo el mal. Así, todas las naciones, tribus y lenguas serán obligadas a oír Su mensaje. Ciertamente, el infierno se enfurecerá como nunca, pues la Palabra de Dios jamás puede ser encadenada. Y, aun así, con ángeles predicando el Evangelio como testigo contra ellas, las personas, en su mayoría, permanecerán incrédulas. ¡Cuán dura será la incredulidad en la Gran Tribulación!
Incluso, con toda la incredulidad que vemos hoy en el mundo, aún hay personas abiertas y sedientas, esperando solo que alguien les presente al Señor Jesús. Debemos aprovechar la oportunidad de predicarle el Evangelio a aquellas personas mientras hay tiempo. Si usted está salvo y es un seguidor del Señor, no se limite a guardar eso solo para sí mismo. Vaya más allá. Conviértase en un discípulo. No hay honra mayor que poder servir al Señor Jesús y anunciar Su salvación.
Continuará…
Libro: La Tierra va a Prenderse Fuego
Autor: Obispo Renato Cardoso
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