Noticias | - 9:08 am
Y así es como vi en la visión los caballos y a los que los montaban: los jinetes tenían corazas color de fuego, de jacinto y de azufre; las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones, y de sus bocas salía fuego, humo y azufre. La tercera parte de la humanidad fue muerta por estas tres plagas: por el fuego, el humo y el azufre que salían de sus bocas. Porque el poder de los caballos está en su boca y en sus colas; pues sus colas son semejantes a serpientes, tienen cabezas y con ellas hacen daño. Y el resto de la humanidad, los que no fueron muertos por estas plagas, no se arrepintieron de las obras de sus manos ni dejaron de adorar a los demonios y a los ídolos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, que no pueden ver ni oír ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios ni de sus hechicerías ni de su inmoralidad ni de sus robos. — Apocalipsis 9:17-21
“Estos caballos y jinetes, en número de 200 millones, representan a personas que serán usadas por el mal para matar por el fuego, por el humo y por el azufre. Estos elementos caracterizan las armas químicas y nucleares, que fácilmente tienen el poder de exterminio en masa para matar a la tercera parte de la humanidad.
A pesar de tantas muertes y desgracias, las personas continuarán en sus maldades, aún más incrédulas e indignadas contra Dios. El Apocalipsis cita, en tres ocasiones, una lista de personas perversas e incrédulas que se caracterizan por sus obras malas, pero principalmente por la falta de arrepentimiento, fe en Dios y por la persistencia en el pecado. Son siete tipos:
Los incorregibles: son los que se rehúsan a arrepentirse de sus pecados y a creer en Dios, como los sobrevivientes de la sexta trompeta citados anteriormente.
Los idólatras: que adoran ídolos y, consecuentemente, los demonios por detrás de ellos. Sí, hay espíritus malignos por detrás de todo ídolo. Basta con ver el comportamiento de sus fans y adoradores más devotos. Cualquier cosa o persona — que no sea el Señor Jesús — que ocupe el primer lugar en el corazón de alguien se convierte en un ídolo.
Los asesinos: no solo los que quitan la vida, sino también los que promueven el odio. La Biblia afirma que quien odia a su prójimo comete homicidio. Es impresionante cuántos religiosos promueven el odio…
Los practicantes de hechicería: son los que buscan comunicarse con los muertos, encender velas para las almas, conocer el futuro por medio de la adivinación, cambiar la suerte por rituales que invocan elementos de la naturaleza o espíritus, alcanzar o “bendecir” a personas por medio de encantos, etc.
Los practicantes de pecados sexuales: son todos los que se desvían de la práctica natural y saludable del sexo dentro del contexto del matrimonio. Adulterio, pornografía, sodomía, orgía, masturbación, homosexualidad, fornicación, prostitución,perversión de género, etc. El Señor Jesús alertó que los pecados sexuales comienzan en la mente y en el corazón.
Los ladrones: quien toma lo que no es suyo, es ladrón. Eso abarca mucho más de los que roban a mano armada. Existe quien Le robe incluso a Dios.
Los mentirosos: aquellos que practican la mentira ya hicieron del diablo su padre. Quien rechaza y no practica la verdad rechaza a Dios.
Claro que, mientras estuvieran vivas, aún hay oportunidad para esas personas. Ni Dios ni la Iglesia condenan a ningún pecador.Pero, para que sean libres de los juicios, necesitan decidir abandonar sus pecados y volverse a Dios.”
Continuará…
Libro: La Tierra va a Prenderse Fuego
Autor: Obispo Renato Cardoso
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