Disponible y dispuesto

Es evidente que, si usted ya está de novio, o está con alguien, no está disponible para una relación con otra persona.

Es evidente que, si usted ya está de novio, o está con alguien, no está disponible para una relación con otra persona. Puede confiar, no funciona. A no ser que viva en una sociedad en la que exista la poligamia. De lo contrario, tarde o temprano, una va a descubrir la existencia de la otra y todos ustedes podrán terminar en el noticiero de las cinco: “Venganza y muerte en un triángulo amoroso…”. Por lo tanto, evítelo.

Pero estar ya en una relación no es lo único que puede hacerlo no disponible. La falta de tiempo, por ejemplo, es algo que mata a cualquier relación. Estar enfocado totalmente a un proyecto personal, en el cual no hay tiempo ni espacio para conocer a alguien, es otro asesino de relaciones. Un noviazgo va a exigir algún tiempo y dedicación de su parte. Si va a comenzar algo serio, no deje que el otro sienta que usted no tiene tiempo para la relación.

Es necesario estar disponible y dispuesto a dedicarle tiempo a la relación.

No es que necesiten verse o hablar todos los días, pasar el fin de semana juntos o hacer largos viajes románticos cada tres meses. Pero necesitarán un contacto periódico en el que la atención de ustedes será exclusiva de uno hacia el otro.

¡Por lo menos nadie podía culparme de no esforzarme! Pero nuestro noviazgo fue prueba de que la escuela, el trabajo y la falta de tiempo no son necesariamente impedimentos para estar de novios. El mayor impedimento está en la voluntad de la persona. Si prioriza algo por encima de su vida sentimental, con certeza no tendrá tiempo para el noviazgo. Por lo tanto, realmente es mejor que no esté de novio. Por lo menos hasta que la vida sentimental se vuelva su prioridad.

Sin embargo, entienda: estar “disponible y dispuesto” no significa que usted tiene que ser como un médico de turno, que, al tocar su bip, deja todo para ir al encuentro del paciente. Ustedes tienen una vida fuera del noviazgo y aún no están casados. Por lo tanto, nada de estar reclamándose demasiada atención uno al otro.

Palabras de señora Cristiane:

Renato y yo nos veíamos normalmente una vez por semana, los sábados a la tarde. En una época en la que no había teléfono celular ni Internet, hablábamos poco entre nuestros encuentros. A veces él me llamaba a casa durante la semana, pero no solían ser llamadas largas.

A pesar de eso, cuando estábamos juntos, ese momento era especial. Él trabajaba seis días por semana y el sábado era el único día que tenía para descansar. Por eso, yo sabía que él realmente quería estar allí, a pesar de caerse de sueño algunas veces a mi lado mientras veíamos una película en el sillón del living… (Me parece que incluso babeó una vez. Una escena linda.)

Continuará…

Libro: Noviazgo Blindado

Autor: Obispo Renato y Cristiane Cardoso

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