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Pese al aumento de la preocupación por la cantidad de nuevos casos de contagio, conviene aclarar que la viruela del mono contagia mal y rara vez mata.
El virus, conocido desde hace más de 50 años, nunca había logrado extenderse fuera de África más allá de unos pocos casos. Fue nombrado de esta manera debido a que se encontró por primera vez en 1958 en simios de laboratorio en Dinamarca, y la infección en humanos se descubrió por primera vez en 1970 en Zaire (hoy República Democrática del Congo). Desde ese momento, han sido numerosos los brotes registrados en países del África central y occidental, sobre todo en Congo y en Nigeria.
El brote actual, que se inició en Reino Unido el 29 de abril de 2022, ha afectado ya a más 15,000 personas en todo el mundo, alertando a la Organización Mundial de la Salud. Comenzó con el reporte de un británico que presentó síntomas de la enfermedad después de viajar a Nigeria, donde esa patología es endémica, el paciente volvió a Reino Unido el 4 de mayo y representa el caso índice.
Líderes de la salud y de los derechos LGBTQ en California están exigiendo una respuesta mucho más agresiva a la viruela del mono por parte del gobierno y de las agencias de salud, explicando que la escasez de vacunas y la limitada divulgación pública están agravando el número de contagios.
Los casos confirmados de viruela del mono en California aumentaron en el último mes, pasando de 85 a 356, según el CDC (Centro de Control y Prevención de Enfermedades). La viruela del mono se transmite principalmente por el contacto piel con piel con alguien que tiene una erupción y llagas en la piel. Los síntomas pueden incluir fiebre, dolores, escalofríos, agotamiento, dolor de garganta; y las lesiones en la piel pueden ser tan intensas que los pacientes necesitan de analgésicos.
Hasta ahora, el Departamento de Salud Pública de Los Ángeles estaba limitando las dosis de la vacuna Jynneos a las personas que habían tenido un contacto de riesgo con un caso confirmado de viruela del mono. La vacuna Jynneos se administra en dos dosis, con 28 días de diferencia. Se considera que una persona está protegida dos semanas después de la segunda dosis, lo que significa que se necesitan unas seis semanas después de la primera dosis para que una persona se considere totalmente vacunada.
Una persona expuesta a la viruela del mono puede tardar entre una y dos semanas en presentar síntomas, y la enfermedad puede durar entre dos y cuatro semanas. La erupción puede extenderse por todo el cuerpo y formar costras antes de que éstas se caigan, las personas no son contagiosas una vez que se han caído todas las costras.
La viruela del mono rara vez es mortal. Pero hay algunas personas que pueden sufrir complicaciones importantes, como las personas con sistemas inmunitarios debilitados y con antecedentes de eczema. Las complicaciones más raras pueden incluir lesiones en los ojos, poniendo en peligro la visión.
Aunque algunos miembros de la comunidad LGBTQ comparan con recelo la viruela del mono con el inicio de la epidemia de VIH/SIDA, Stuart Burstin, director nacional de Enfermedades Infecciosas de AIDS Healthcare Foundation, dijo que hay una diferencia importante: las lesiones visibles.
“Se puede ver, se puede prevenir”, dijo Burstin. “La prevención es la clave”.
Fuente consultada: The L.A. Times
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