La fidelidad

La fidelidad, en el original griego, significa tanto una actitud de confianza como también de fe.

La fidelidad, en el original griego, significa tanto una actitud de confianza como también de fe. Es una demostración del carácter leal y fiel al Señor Jesucristo, motivada por la confianza total en Él.

A través de la conversión del hombre al Señor Jesús, su alma pasa a ser dependiente de Él debido a su entrega total. Esto es confianza o fe, que, a su vez, produce la fidelidad propiamente dicha.

Muchos cristianos han sido fieles al Señor Jesús mientras las condiciones lo permitieron: cuando todo está bien, cuando los vientos son favorables, no falta el dinero, la familia está con salud, etc. Son leales al Señor de la misma manera que lo fue Pedro, cuando estaba con el Señor.

Pero cuando vienen las aflicciones, persecuciones, falta de poder adquisitivo, etc., dejan de mirar al Autor y Consumador de la fe y se fijan en las condiciones en que se encuentran. Ahí es cuando comienza el descontento, la tristeza, el desánimo, etc., y parten hacia la infidelidad, que es una señal de desconfianza e incertidumbre.

Es fácil ser fiel cuando todo marcha bien. Cuando las cosas van mal, la fidelidad es un “sacrificio”. Lo que el Espíritu Santo deposita dentro de nosotros a través de la fidelidad atraviesa cualquier barrera, saltando todos los obstáculos contrarios a la fe.

Dios siempre está probando nuestra fidelidad hacia Él. Es bueno que todos los cristianos mantengan bien abiertos sus ojos espirituales, a fin de que no pierdan este gran don del Espíritu Santo.

Mensaje substraído de: En Los Pasos de Jesús (autor: Obispo Edir Macedo)

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