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La bondad es muy semejante a la benignidad...
La bondad es muy semejante a la benignidad, ya que la persona bondadosa tiene un comportamiento generoso hacia los demás. Aquel que posee esta virtud no mide sacrificios para ayudar y hacer valer la fuerza del amor. Podemos ver un claro ejemplo de bondad en la parábola del buen samaritano (Lucas 10:30-35).
La persona bondadosa no mira para sí misma y, mucho menos, espera recompensa de la otra parte. No ve color, sexo, apariencia física, ni la situación económica de los demás, sino que su placer está en glorificar al Señor Jesús a través de sus actos de generosidad.
Mensaje substraído de: En Los Pasos de Jesús (autor: Obispo Edir Macedo)
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