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Estarás cumpliendo el propósito por el que existes, que es glorificar a Dios con tu vida. ¡Fin del juego!”
A nadie le gusta perder. Aunque algunas personas digan que juegan simplemente por placer, en realidad, saben que habría sido mejor si hubiesen ganado la partida, cualquiera que sea el juego. Las personas juegan porque quieren vencer, es así de sencillo. Yo sólo querría saber por qué algunas no siguen esa “reglita” tan obvia respecto a su propia vida.
Trabajan duro, intentan siempre atender a la familia, en fin, hacen de todo para tener una vida agradable y correcta, para decir al final: “Bueno, hice lo mejor que pude, así es que tengo que contentarme con la insignificante vidita que llevo”. Pero ¿qué es esto? ¿Por qué das tanto y recibes tan poco? ¿Nunca te cansas? Yo me cansaría. Habrá quien diga: “Mi fe es pequeña y no es suficiente para conquistar grandes cosas.” ¿Qué tipo de fe es esta? La fe no nos fue dada para que pudiésemos conquistar sólo la salvación, sino también una vida que condujese a otras personas a alcanzar la vida eterna. ¿Tú piensas que conseguirás ser un testimonio de Dios llevando una vida de pésima calidad? La gente a las que no les gusta la iglesia o el cristianismo suelen decir que los cristianos son débiles. ¡Eso es una humillación! Pero, según lo que vemos en la vida de muchos cristianos, sólo podemos quedarnos con la boca cerrada. Si es humillante para nosotros, ¡imagine para Dios! ¿Cuánta vergüenza sentirá cuando uno de Sus hijos se conforma con una vida miserable? Si tú eres madre, sabes lo vergonzoso que es ver a tu propio hijo vistiendo ropa vieja o harapienta, mientras que los demás niños a su alrededor se visten adecuadamente. Parece como si fueras tú quien está llevando esa ropa vieja. En realidad, ¡te sientes más avergonzada que el propio niño!
No basta con ser buena; eso no es suficiente para dar testimonio del Señor Jesús. ¿Quieres hablar de Él? ¿Quieres hacer Su Obra? Entonces, ¿qué tienes para mostrar a las personas? Cualquiera puede hablar de Dios, pero no todos pueden mostrarlo en su vida. Además, si no consigues conquistar las bendiciones materiales ¿cómo conseguirás las bendiciones eternas?
¿Ya te has preguntado por qué Dios nos creó? Con seguridad no fue para que sirviésemos de marionetas o para divertirse con nuestras luchas diarias. Dios nos creó para Su Gloria. Hijas que tendrían el libre albedrío para elegir si vivirían para Él – ¡la verdadera honra! Dios sólo es glorificado cuando esto se convierte en una realidad. Tu alabanza y tu adoración no tendrán ningún valor para Dios si tu vida no revela Su gloria. ¿Cómo podrás alabar a Dios si vives en un verdadero infierno dentro de casa, o si de vez en cuando te deprimes o no tienes dinero ni para comprar el pan de cada día?
Resumiendo: Tú tienes que conquistar y vivir al máximo, antes de que llegues al fin. Tus hijos, ciertamente, querrán seguir tus pasos, tus amigas verán la diferencia en ti y tus enemigos quedarán asombrados con sólo mirar tu vida. Te sentirás realizada y, lo más importante de todo: Estarás cumpliendo el propósito por el que existes, que es glorificar a Dios con tu vida. ¡Fin del juego!
Continuará…
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