Noticias | - 10:58 am
“Stop Depression”, proyecto de EVG, estuvo ofreciendo el pasado 6 de agosto sustento espiritual a los vecinos de Oxnard, en California. EVG es un grupo de Evangelización que se dedica a realizar trabajos sociales en colaboración con la Iglesia Universal para ayudar a la comunidad.
Últimamente, hay una enfermedad que está ganando terreno y no parece dispuesta a darnos tregua: la depresión.
La depresión se caracteriza por estados de ánimo bajo, disminución del interés, deterioro de la función cognitiva y problemas del sueño o del apetito. ¿Sabemos qué la causa? Desafortunadamente, no.
Sin embargo, existen suficientes estudios sobre sus factores de riesgo, es decir, las circunstancias que aumentan la probabilidad de que caigamos en depresión.
Algunos se relacionan con acontecimientos vitales dramáticos, tales como el fallecimiento de un ser querido o el diagnóstico de una enfermedad grave. Se ha hallado una interrelación de la depresión con un amplio número de enfermedades físicas: infarto de miocardio, asma, cánceres, enfermedad pulmonar obstructiva, algunas enfermedades neurológicas como el alzheimer o la epilepsia, diabetes, obesidad, hipertensión, artrosis, osteoporosis, insuficiencia renal, accidente cerebrovascular… sin olvidar la fibromialgia o fatiga crónica.
Sin embargo, hay otros muchos factores de riesgo para la depresión que no son tan conocidos, aunque no por eso dejan de ser importantes.
Concretamente, este trastorno se da con más frecuencia en adultos jóvenes; en las personas solteras, separadas o divorciadas; y en aquellas con un menor nivel educativo. También es más habitual en personas con bajos ingresos, desempleadas y residentes en áreas urbanas.
No solo pasa en adultos. La exposición a sucesos negativos en la infancia también nos pone en riesgo de sufrir depresión al crecer. Estos eventos incluyen el abuso físico y sexual, la negligencia psicológica o abandono, la exposición a violencia doméstica, la enfermedad mental parental y la criminalidad.
Hay evidencias de que la tendencia a experimentar emociones negativas como el miedo, la ira, la tristeza o la ansiedad, así como cambios de humor y pensamientos negativos, implica un mayor riesgo para desarrollar la depresión. Es lo que se conoce como neuroticismo.
También juegan en nuestra contra el exceso de autocrítica, con inclinación a tener sentimientos de culpa y fracaso derivados de expectativas irrealmente altas sobre uno mismo. Y de dependencia, con sentimientos de impotencia y temores de abandono fruto de una alta dependencia emocional de los demás. Por último, el déficit de habilidades sociales, aptitudes apropiadas para solucionar problemas o habilidades para afrontar circunstancias estresantes también se relacionan con un mayor riesgo.
Más de 40 años de investigación han documentado el papel que desempeñan los acontecimientos vitales graves en el inicio de la depresión. Aproximadamente el 80% de las personas con depresión informaron de un evento vital severo antes del inicio del trastorno.
Tener en cuenta todos estos factores puede ayudar a prevenir, pero también a entender mejor la depresión. Y quizás nos permita pararle los pies en su avance imparable.
La Iglesia Universal celebra sus eventos todos los martes de cada semana, si reside en Oxnard, puede participar de los servicios de fe en 1354 S C Street, Oxnard, CA 93033. Más información sobre los eventos de la Iglesia y el trabajo evangélico realizado por el proyecto EVG en universalchurchusa.org/es/
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