El Espíritu Santo me enseñó a ser madre

Julieta nos relata cómo a través de ella haber recibido el Espíritu Santo hoy es una mujer transformada:

“Antes de recibir el Espíritu Santo, era una mujer con un carácter agresivo, altanera, decía groserías y eso llegó a afectar mi relación con mis hijos. Para mí no era importante tener comunicación con ellos, por el contrario, si ellos necesitaban de mí, les decía que no tenía tiempo para escucharlos. Mi forma de ser, los llevó a tal punto, que ellos preferían salir de casa más temprano para no tener que verme.

Un cambio de vida iniciaría cuando mis hijos comenzaron a frecuentar la Universal y ellos me invitaron. Comencé a asistir y Dios me mostró lo cuanto necesitaba de Él para aprender a ser madre. Entregué mi vida a Él y mi carácter se transformó, no soy más agresiva, altanera y de mi boca no salen más groserías. El Espíritu Santo me enseñó a ser madre, es una satisfacción ver como mis hijos me consideran. La diferencia actualmente es que ellos pueden ver ahora que mi carácter es diferente, soy una madre amorosa, cariñosa y comprensiva. A través de haber recibido el Espíritu Santo he aprendido a ser una mujer sabia y eso me ha llevado a ser la madre que mis hijos siempre quisieron tener”.

Participe este miércoles en el 625 Sur Bonnie Brae, Los Ángeles, Ca. O en la Universal más cercana a usted.

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