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Testimonio de la familia Franco
La familia Franco vive una vida llena de paz, alegría, unión y con la bendición hereditaria, pero no siempre fue así. El señor Rubén Franco, desde temprana edad, fue inducido al mundo del alcoholismo por su propio padre. Esto le dio brecha a otras adicciones y a una vida de sufrimiento. Al igual, la señora María Franco provenía de una familia donde existía la destrucción matrimonial. Ellos nos cuentan más sobre su historia:
El señor Rubén nos comentó: “Desde pequeño veía a mi padre tomar alcohol y en una temprana edad él me indujo a la bebida de alcohol. Algo que parecía inocente sin ningún tipo de consecuencias, pero que fue la puerta de entrada a una vida de adicción y sufrimiento. Al paso del tiempo, me torné en un alcohólico al igual que mi papá. Para empeorar la situación, también consumía drogas y las vendía. Las adicciones me llevaron a tener serios problemas con mi esposa, algo similar a lo que mis padres vivían a causa del alcoholismo. Incluso, mi padre me reprendía por la vida descontrolada que vivía, pero a mi no me importaba. Mi prioridad era el alcohol, las drogas y los amigos. Infelizmente, mi familia estaba en segundo plano”.
La señora María comparte con nosotros sobre el sufrimiento que vivió: “La maldición que venía destruyendo a mi familia era en la vida sentimental. Varios de mis familiares habían tenido decepciones sentimentales y no lograban ser felices. Crecí en un hogar lleno de pleitos, falta de respeto mutuo y desunión. Llegué a pensar que era normal vivir en un hogar disfuncional. Infelizmente esta maldición llegó a afectar a mi matrimonio. Nuestro hogar era un infierno por causa del sinnúmero de problemas que teníamos, mayor parte causados por las adicciones de mi esposo. Incluso, considere la separación como la mejor decisión ante tanto sufrimiento”.
Ante esa situación, el señor Rubén conoció de la Universal por medio del programa televisivo. Él tomó la decisión de participar de los servicios de fe y fue donde él logró ver que su familia y su vida estaba destruida a causa de una maldición hereditaria. Al igual la señora María pudo ver lo que estaba detrás de tanto sufrimiento. Ellos comenzaron a luchar para ser libres de las maldiciones que estaban acabando con ellos y su familia. Luchando y perseverando, el señor Rubén fue libre de todos los vicios, el carácter de ambos cambió y lograron rescatar su matrimonio.
El día de hoy, ellos son una familia feliz con paz y unión. Incluso, esta bendición esta siendo pasada a sus hijos que disfrutan de un hogar bendecido. A través de la fe lograron destruir la maldición hereditaria y hoy tienen una vida familiar transformada y bendecida.
Si usted está enfrentando una situación similar a lo que estaba pasando la familia Franco o percibe que a causa de una maldición hereditaria usted no ha logrado ser feliz en hogar al igual que sus familiares, acompáñenos este día domingo a las 9:30am en el Domingo de la Bendición Hereditaria. No importa la situación que esté enfrentando, a través de la fe será determinado que esa maldición se torne en la bendición hereditaria. No falte este domingo en el Templo de los Milagros, 625 S Bonnie Brae St, entre la calle Wilshire y 6 en Los Ángeles, California, o en la Universal más cercana a usted.
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