Noticias | - 11:03 am


¡Usted está despedido! (parte II)

¡Usted está despedido! (parte II)

Un agravante: las personas están desistiendo del amor debido al corazón, pero culpando al matrimonio. Por eso, hoy muchos jóvenes ya no tienen el objetivo de casarse, piensan que el matrimonio es una institución fallida, anticuada, qué necesita ser repensada. Sin embargo, la culpa no es de él, en el fondo, todo el mundo quiere lo que un buen matrimonio ofrece. La culpa, de hecho, está en asociar al amor con los sentimientos.

Usted ya ha pasado por esto varias veces: no sentía ganas de hacer algo, pero fue y lo hizo, porque su cabeza lo convenció de hacerlo, como despertarse por la mañana en su cama calentita y no tener ganas de levantarse e ir a trabajar, por ejemplo, su alarma sonó, usted se despertó, pero su cuerpo quiso quedarse en la cama, acomodo su almohada, sintió la comodidad de la cama y se dijo a sí mismo: “Solo cinco minutitos más” Pero, enseguida su mente comenzó a molestarlo y a decirle, “Levántate ya, sino te atrasarás… Imagínate el tráfico que vas a enfrentar si no sales temprano… Y si de nuevo llegas tarde al trabajo, tendrás un problema…” Entonces, en contra de su voluntad, usted finalmente se levantó e hizo lo que tenía que hacer, en ese proceso, usted usó su cabeza y no su corazón.

En el trabajo, su supervisor desagradable e irritante, o aquel mal compañero que casi siempre lo trata con arrogancia, viene y lo hace sentir como una hormiga con su actitud, su voluntad es de darle un rodillazo volador estilo UFC inmovilizarlo en el suelo con una llave de brazo hasta que él se rinda. Claro, aunque usted fantasea la escena en la pantalla de sus emociones, su lado racional lo mantiene en calma y usted simplemente responde “Sí, señor”, su inteligencia sabe que, sí manifiesta sus sentimientos, perderá el empleo, nuevamente, su cabeza dominó a su corazón.

Sabemos esto muy bien en varias áreas de la vida, pero por alguna razón, cuando el tema es la relación, la máxima es: “Yo no mando en mi corazón”, las personas tienen la idea de que el corazón no puede ser mandado, creen que tienen que hacer lo que corazón está sintiendo, si el corazón está triste, herido, lamentando “no siento más amor”, “no tengo más ganas” – ellas van y actúan de acuerdo con él.

Imagínese si usted fuera a actuar así en otras partes de la vida, nunca realizaría nada, no mantendría ningún empleo, no saldría de la cama antes del mediodía, si podemos dominar nuestros sentimientos en otras áreas, ¿porqué no en la vida sentimental? El problema está en la manera como usted ve al amor.

Encarar al amor como un sentimiento hace que las personas acepten cosas absurdas en la relación, muchas nos buscan diciendo: “Mi novio me traicionó, me mintió, hizo esto y aquello, pero lo amo… ¿Qué hago para tenerlo de nuevo?”. Ellas no logran ver la ridiculez que están haciendo, cómo se están disminuyendo, son rehenes de los sentimientos y por eso hacen cualquier cosa por una migaja de atención, incluso de alguien que no sirve.

El corazón prefiere una buena sensación ahora, aunque sufra después, hace que las personas sufran “por amor”, entonces va creando argumentos para administrar sus frustraciones y justificarlas, por supuesto la culpa nunca es de él, siempre es de otro.

Por ejemplo, la mujer se decepcionó en varias relaciones, y entonces comienza a decir: “Los hombres son todos iguales, sólo cambian de dirección”. Préstele atención a esta frase, usted no va a necesitar mucho tiempo para entender que es una afirmación falsa, una mentira del corazón, Nadie es igual, ni hombre ni mujer, pero con esa creencia la mujer puede echarle toda la culpa al sexo masculino, y no asumir la responsabilidad de sus elecciones y errores en la relación, es una mentira, pero muchas mujeres basaron sus vidas en ella.

Continuará…

Libro: Noviazgo Blindado

Autor: Obispo Renato y Cristiane Cardoso

Si le interesa lea también¡Usted está despedido! (parte I)

Ubique la Universal más cercana a usted: Direcciones 

Si usted tiene una pregunta o le gustaría una orientación: Contáctenos 

Si le gustaría añadir su nombre y el de su familia en el libro de oración: Libro de Oración

Regrese a la página principal: Página Principal

Alimente su espíritu, leyendo mensajes de fe para su edificación espiritual: Viviendo por la fe