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Sus aflicciones le hacían creer que su vida no tenía sentido, por eso tenía la idea de desaparecer

Su pareja mostró una cara que hasta ahora mantenía oculta, la de hombre violento

Sus aflicciones le hacían creer que su vida no tenía sentido, por eso tenía la idea de desaparecer

Desde muy niña la vida de Adriana Rodríguez estaba envuelta en el sufrimiento, a la temprana edad de seis años intentó acabar con su vida en dos oportunidades, tomó pastillas en una oportunidad y luego ingirió veneno, afortunadamente en ambas ocasiones logró sobrevivir. Sus aflicciones le hacían creer que su vida no tenía sentido, por eso tenía la idea de desaparecer de este mundo.

Ya siendo una adolescente Adriana Rodríguez había tomado un rumbo incorrecto, uno que la llevaría a la perdición, se había entregado al flagelo de las drogas y alcohol, pensaba que tomando esas actitudes iba a lograr que ese vacío que desde que fuera ella una niña había crecido en su interior, podría llenarlo con falsos momentos de felicidad. En el fondo era una joven llena de miedos y traumas que marcaban el paso de sus días, en su hogar los gritos y las discusiones retumban en las paredes y hacían imposible vivir en paz.

Cuando se tornó adulta, lejos de mejorar, se volvía cada vez un tormento, al poco tiempo de casarse con quien fuera su pareja él mostró una cara que hasta ahora mantenía oculta, cayó en el vicio del alcohol y cada vez que tomaba se transformaba en un hombre violento y agresivo que atentaba contra ella de manera física y psicológica. Nunca pensó que se convertiría en una víctima de abuso hacia las mujeres.

Adriana se convirtió en una persona oprimida, sus sueños habían sido eliminados por su esposo y no se hacían realidad, creía que para ella todo estaba acabado, pero a través de su madre, pudo ser testigos de cómo la Iglesia Universal podía ayudar a las personas a cambiar sus vidas. Aceptó la presencia de su Dios en su corazón y gracias a su participación los viernes en las cadenas de oración es que hoy día cuenta con una vida bendecida y protegida por el Espíritu Santo.

Testimonio Adriana Rodríguez.

¿Usted no logra ser saludable? ¿Usted ha sido internado en hospital? ¿Usted sufre con depresión, nerviosismo, insomnio, migrañas, desmayos, es dominado por el miedo, no logra ser saludable, sufre con una enfermedad cuyo diagnóstico no es identificado? No falte este domingo a las 10am, donde será realizada una oración de fe para el libramiento de todo mal en su vida. Acompáñenos en el 703 S Broadway, en la esquina de la calle 7 en Los Ángeles, California, o en el 625 S Bonnie Brae, Los Ángeles, CA y en la Universal más cercana a usted.

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