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El segundo grupo que prevalecerá durante la Gran Tribulación es descripto por el autor como una gran multitud delante del Trono de Dios.
El segundo grupo que prevalecerá durante la Gran Tribulación es descripto por el autor como una gran multitud delante del Trono de Dios:
Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.
Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios, diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. (Apocalipsis 7:9-17).
El primer grupo, los 144 mil sellados, era de judíos. El segundo está formado por “gentiles” – pueblos de todo el mundo. Ellos son fruto de la predicación de los 144 mil y también del legado de fe dejado por la Iglesia arrebatada. Entre ellos están muchos que conocían el Evangelio, pero que nunca lo tomaron en serio; familiares de los arrebatados que tenían conocimiento de la verdad, y miembros y oficiales de iglesias que eran tibios en la fe.
Ellos están de pie delante del Trono, lo que destaca que no formaron parte de la Iglesia arrebatada antes de la Gran Tribulación. Al contrario, el texto deja en claro que “vienen de la gran tribulación”, o sea, pasaron por el martirio a causa de su fe.
La visión describe que esta gran multitud sufrió hambre, sed, falta de abrigo, calor abrasador (probablemente de las bombas nucleares, además de las torturas de muerte por fuego) y derramó muchas lágrimas. Porque rechazaron la marca de la bestia y fueron amigos de los judíos, no podían comprar ni vender. Eran odiados y perseguidos por las autoridades del Anticristo. Los 144 mil sellados, sobrevivirán a la Gran Tribulación y no serán tocados, pero esa gran multitud no sellada pagará con sus vidas.
La Iglesia arrebatada fue exenta de todo eso. Recuerde que, en esta visión ella esta representada por los veinticuatro ancianos que están coronados y sentados en los tronos. Fue encontrada digna de ser eximida de aquellos sufrimientos, como alertó el Señor Jesús:
“Mas velad en todo tiempo, orando para que tengáis fuerza para escapar de todas estas cosas que están por suceder, y podáis estar en pie delante del Hijo del Hombre”. (Lucas 21:36).
Velad todo el tiempo. Practicar la oración. Estas son las condiciones dejadas por el Señor Jesús para los sabios y prudentes que, con inteligencia, prefieren la pequeña tribulación de ser fiel hoy antes que la Gran Tribulación que les sobrevendrá a los que escogieran ser fieles en el último momento.
Prepárese para la apertura del séptimo y último sello…
Continuará…
Libro: La Tierra va a Prenderse Fuego
Autor: Obispo Renato Cardoso
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