Noticias | - 8:00 am
Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían.
Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos. (Apocalipsis 6:9-11).
Al abrirse el quinto sello, la visión que Juan venía recibiendo de los juicios que vendrán sobre la Tierra es interrumpida y vuelve a enfocarse en algo peculiar en el Cielo: las almas de los mártires. Son los que fueron muertos por el amor a la Palabra de Dios y a su testimonio. Las almas debajo del Altar son resultado del dominio de terror del Anticristo, a partir del primer sello.
Los mártires que murieron antes de la apertura del primer sello ya resucitaron y se unieron a los que fueron arrebatados. El cuerpo de la Iglesia arrebatada fue glorificado, mientras que aquellas almas debajo del Altar están a la espera y aún no fueron glorificadas. Por lo tanto, esas almas son las que de los que murieron durante la Gran Tribulación, después del arrebatamiento. En ese período, muchos de los que quedaron se convertirán al Señor Jesús por, finalmente, reconocer la verdad de las Escrituras. Probablemente, entre ellos, hay muchos seres queridos de aquellos que fueron arrebatados. Pero, todos serán implacablemente perseguidos y asesinados – sacrificios vivos, por eso sus almas están debajo del Altar. Note que su sufrimiento fue tan grande que, incluso después de muertos, aún clamaban con gran voz de justicia…
En la Gran Tribulación, no existirá más la tibieza que muchas veces encontramos hoy en la iglesia, personas que no son ni incrédulas ni convertidas. Habrá solo verdaderos incrédulos y verdaderos convertidos, pues lo que se convirtieron sabrán con antecedencia que tendrán que pagar con su propia vida. Entonces habrá una verdadera calidad de cristianismo. ¿Cuál será el crimen de ellos? Creer en la Palabra de Dios y dar testimonio del Señor Jesús, algo inadmisible durante el dominio del Anticristo. Para tales personas, no habrá más lugar en la Tierra. De alguna forma, hoy ya sentimos eso espiritualmente. Quien se afirma en la Palabra de Dios y da testimonio de ser un cristiano verdadero es aislado y queda más solitario.
Las almas de los mártires esperaban la justicia divina, que sólo vendría cuando se completara el número de aquellos que aún morirían como ellos. Mientras tanto, necesitaban descansar durante “un poco más de tiempo”. Recibieron sus vestiduras como una garantía que ya estaban justificados.
Esa espera nos hace recordar a los grandes héroes de la fe: Abraham, Isaac, Jacob, José, Moisés, Josué, Elías y tanto otros. Ellos también tuvieron que esperar el cumplimiento de las promesas, hasta que aquellos que iban a ser salvos por la fe en Jesús pudieran, juntamente con ellos, alcanzar la promesa:
Debido a su fe, todas esas personas gozaron de una buena reputación, aunque ninguno recibió todo lo que Dios les había prometido. Pues Dios tenía preparado algo mejor para nosotros, de modo que ellos no llegaran a la perfección sin nosotros. (Hebreos 11:39-40).
Todos formamos parte del propósito de Dios, el cual no podemos ver por completo, a no ser por los ojos de la fe. Por eso, quien no vive por la fe se entrega a las ansiedades de la vida y se desanima a causa del aparente retraso de las promesas.
Continuará…
Libro: La Tierra va a Prenderse Fuego
Autor: Obispo Renato Cardoso
Si le interesa lea también: La apertura del cuarto sello
Ubique la Universal más cercana a usted: Direcciones
Si usted tiene una pregunta o le gustaría una orientación: Contáctenos
Si usted le gustaría añadir su nombre y el de su familia en el libro de oración: Libro de Oración
Regrese a la página principal: Página Principal
Alimente su espíritu, leyendo mensajes de fe para su edificación espiritual: Viviendo por la Fe