La apertura de los siete sellos

Aún dentro de la visión del Trono, después de entender al Cordero (Jesús) como el Único Digno y Capaz de abrir el libro sellado, Juan pasa ahora a describir por etapas la apertura de los sietes sellos y sus significados.

Recapitulando lo que estudiamos hasta aquí, vimos desde el principio hasta el capítulo 5 (los siete sellos) del Apocalipsis que:

• El Apocalipsis es la revelación del Señor Jesús exclusivamente para Sus siervos, con el fin de prepararlos para los acontecimientos futuros y guardarlos de las grandes tribulaciones que están por venir.
• El Señor Jesús Resucitado, y que desde Su ascensión ocupa Su lugar en el Trono celestial junto al Padre, no tiene nada que ver en apariencia y en poder con aquel Jesús histórico y humano normalmente presentado en las religiones.
• Glorificado y Exaltado, hoy Él está en medio de Su iglesia, observando todo lo que sucede y a todos los que están en ella, desde sus líderes hasta los humanamente olvidados.
• Según las siete cartas del Señor Jesús a las iglesias, más del 80% de los cristianos hoy son pasibles de reprensión, necesitan arrepentirse de alguna mala obra y cambiar para no perder su salvación.
• En la visión del Trono, entendemos que el destino de la humanidad ya está determinado. Dios, como Autoridad Suprema, conduce a los que creen hacia un final feliz junto con Él, mientras que lamentan los juicios que caerán sobre los que rechazaron la salvación.

Aún dentro de la visión del Trono, después de entender al Cordero (Jesús) como el Único Digno y Capaz de abrir el libro sellado, Juan pasa ahora a describir por etapas la apertura de los sietes sellos y sus significados.

La apertura del primer sello en Apocalipsis 6:1 desencadena una avalancha de juicios sobre la Tierra que va hasta el capítulo 20. Veremos a los cuatro jinetes del Apocalipsis, a los mártires y varios acontecimientos asustadores, muchos de los cuales ya pueden ser vistos en fase de concepción en el mundo de hoy. Sin embargo, el objetivo de esos juicios no es causar destrucción total, sino llamar a las personas al arrepentimiento. Es lamentable que la humanidad necesite pasar por tales calamidades para volverse a Dios y muchos, aún así, no se arrepentirán. Nunca fue el deseo del Padre que eso sucediera:

“Que declaro el fin desde el principio y desde la antigüedad lo que no ha sido hecho…”. Isaías 46:10. Dios viene hablándole al ser humano, alertándolo desde el Huerto del Edén. Nadie podrá excusarse por falta de aviso. Pero el tiempo de la salvación se está agotando. La apertura del primer sello trae el cierre de la era de la gracia, en cual vivimos hoy. En ese tiempo, todos han recibido la oportunidad no sólo de arrepentirse, sino también de ser salvos y guardados de las terribles catástrofes que sobrevendrán al mundo. Cuando este período se cierre, se iniciará el tiempo conocido como la Gran Tribulación, cuando los juicios de Dios serán manifiestos a medida que cada sello fuera abierto por el Señor Jesús.

El paralelo entre los hechos mundiales y las profecías apocalípticas se ha estrechado a tal punto que no deja duda: ya estamos viviendo el inicio apocalíptico. Nuestro Señor Alertó:

De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. (…) Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre. (Mateo 24:32-33, 37-39).

Continuará…

Libro: La Tierra va a Prenderse Fuego 
Autor: Obispo Renato Cardoso

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