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Hoy soy un hombre transformado y bendecido, he logrado vencer la timidez, la tristeza y los traumas de mi infancia
Era un hombre muy tímido, por esa causa, prefería estar solo que acompañado de familiares o amigos, aunado a esto estaba los problemas familiares que estaba enfrentado, puesto que mi madre sufría depresión, era adicta a los cigarrillos y atravesaba pensamientos suicidas. Mi relación con mi padre era fatal, él sufría también de depresión y no nos lleváramos nada bien.
La relación entre ellos era una pesadilla y siempre se la pasaban discutiendo y peleando por ninguna razón. No sabían qué hacer para cambiar el rumbo de sus vidas, por esta razón pensaba que yo iba a terminar igual que ellos.
Mi vida cambió en el momento que mi madre me invitó para conocer el trabajo de la Iglesia Universal fue donde comprendí que necesitaba usar mi fe para poder ver manifestado el Poder de Dios en mi vida.
Perseverando en los servicios aprendí a usar la fe para poder obtener la liberación espiritual que tanto anhelaba tener. Logré romper con la maldición familiar que no me dejaba ser feliz en ninguna área de la vida.
Hoy soy un hombre transformado y bendecido, he logrado vencer la timidez, la tristeza, los traumas de mi infancia y de todo aquello que indicaba que iba a terminar como mis padres. Ser bautizado con el Espíritu Santo me ha llenado de felicidad, alegría y de una inmensa fuerza para poder enfrentar cualquier problema.
De esa manera fue como Dios me bendijo en mi vida sentimental dándome una mujer que realmente es muy valiosa y también es fiel aDios. Ella me ha enseñado que cuando se tiene al Espíritu Santo como base, todo es posible cuando se deposita toda su confianza en sus Manos.
Testimonio Ricardo Cruz.
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