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El tercer amor de su vida (Parte I)

Muchas personas no saben que su relación sentimental, para que sea un éxito, tiene que ser solo la tercera relación más importante en sus vidas.

Muchas personas no saben que su relación sentimental, para que sea un éxito, tiene que ser solo la tercera relación más importante en su vida.

Muchas personas no saben que su relación sentimental, para que sea un éxito, tiene que ser solo la tercera relación más importante en su vida. Existen otras dos relaciones que necesitan ser bien cultivadas antes de tener un noviazgo blindado. Por ignorar eso, muchos no logran hacer una buena elección de la persona para ponerse de novios o terminan perdiendo a la persona amada. Sus tres relaciones no están en el orden correcto o están siendo descuidadas.

Voy a contar cómo y por qué.

Yo casi perdí a Renato por no saber eso. Tenía esas tres relaciones todas desordenadas en mi vida. Y eso casi le trajo un desastre a mi matrimonio.

Pero primero, déjeme explicar cuáles son esas dos primeras relaciones y por qué pueden influir tanto en la tercera, su vida sentimental. Para entender eso, vamos a analizar una de las declaraciones más transformadoras de todos los tiempos sobre relaciones. Una vez, alguien Le preguntó al Maestro:

— Maestro, ¿cuál es el más importante de todos los mandamientos de la Ley?

 Jesús respondió:

 — Ama al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor mandamiento y el más importante. Y el segundo más importante es semejante a este: Ama a tu prójimo como a ti mismo. Toda la Biblia se resume en estos dos mandamientos.

Observe que el verbo “amar” aparece en los dos mandamientos más importantes. Y note también que existe un orden en ese amar: Dios en primer lugar, después usted, y, entonces, los demás. Desordene ese orden y usted tendrá serios problemas en su vida y relaciones. Entonces recuerde, las tres primeras relaciones, en perfecto orden, son:

  1. Usted y Dios
  2. Usted y usted mismo
  3. Usted y la persona amada y otras personas

Otro punto revelador que surge de esos dos mandamientos: si Dios tuvo que dar órdenes explícitas sobre esa disciplina en el amar, claramente es porque no le es natural al ser humano seguir ese orden. Es algo en lo que necesitamos hacer un esfuerzo consciente para alcanzarlo. Y hemos visto esa falla diariamente en nuestro trabajo con matrimonios y solteros.

Cada vez que nos sentamos a aconsejar a alguien o leemos un e-mail para responder en nuestros programas, este es uno de los diagnósticos principales:

El desorden en las relaciones causa la infelicidad personal y sentimental.

Continuará…

Libro: Noviazgo Blindado

Autor: Obispo Renato y Cristiane Cardoso

Si le interesa lea también: Resuelto interiormente (Parte II)

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