El Cordero

Miré, y vi entre el trono (con los cuatro seres vivientes) y los ancianos, a un Cordero, de pie, como inmolado, que tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados por toda la tierra.

Miré, y vi entre el trono (con los cuatro seres vivientes) y los ancianos, a un Cordero, de pie, como inmolado, que tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados por toda la tierra. Él vino y tomó el libro de la mano derecha de Aquel que estaba sentado en el trono. Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos. Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: «Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque Tú fuiste inmolado, y con Tu sangre compraste para Dios a gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación. Y los has hecho un reino y sacerdotes para nuestro Dios; y reinarán sobre la tierra». Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono y de los seres vivientes y de los ancianos. El número de ellos era miríadas de miríadas, y millares de millares, que decían a gran voz: «El Cordero que fue inmolado es digno de recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, el honor, la gloria y la alabanza». Y oí decir a toda cosa creada que está en el cielo, sobre la tierra, debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay: «Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el dominio por los siglos de los siglos». Los cuatro seres vivientes decían: «Amén», y los ancianos se postraron y adoraron. (Apocalipsis 5:6-14).

Juan oyó uno de los ancianos que el León de la tribu de Judá estaba allí para abrir el libro sellado. Pero, cuando miró, no vio a un león, sino a un cordero “como inmolado”. La imagen claramente se refiere a la obra sacrificial de Jesús como nuestro Sustituto en la cruz, conforme el profeta Isaías dijo:

Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores (…) Mas Él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, y por Sus heridas hemos sido sanados (…) Fue oprimido y afligido, pero no abrió Su boca. Como cordero que es llevado al matadero… (Isaías 53:4-5,7).

Delante de tamaña redención, quien intencionalmente sigue pecando y desprecia el arrepentimiento corre el gran riesgo de perder la salvación, como fue dicho en Hebreos 10:26. “Compraste para Dios a gente”– ¡Somos propiedad exclusiva de Dios, el pueblo adquirido por la sangre del Señor Jesús! Esto nos trae no sólo seguridad de que somos de Él y que, por lo tanto, ningún mal puede tocarnos, sino también conciencia de gran responsabilidad y valor propio: nuestro precio fue altísimo y debemos valorar nuestras vidas como Él las valoró.

El Cordero tenía siete puntas (cuernos) y siete ojos. La imagen literal es grotesca, pero la espiritual, muy significativa y poderosa. Una vez más se hace referencia a los siete espíritus de Dios, representado perfecto poder (cuernos), perfecto conocimiento (siete ojos) y perfecta presencia (siete espíritus). O sea, la omnipotencia, la omnisciencia y la omnipresencia de Dios por medio de Su Espíritu. Nada Le es imposible, desconocido o inalcanzable.

Note también la bellísima presencia y sociedad de la Trinidad en este capítulo. El Padre tiene el libro en Su mano derecha; el Hijo, el cordero, es el Único que puede abrir el libro; y el Espíritu Santo es representado por los siete espíritus de Dios enviados por toda la Tierra para ejecutar Sus órdenes. Así también debe ser la Iglesia: una perfecta unidad marcada por sociedad y obediencia.

Continuará…

Libro: La Tierra va a Prenderse Fuego 
Autor: Obispo Renato Cardoso

Si le interesa lea también: El libro sellado

Ubique la Universal más cercana a usted: Direcciones

Si usted tiene una pregunta o le gustaría una orientación: Contáctenos

Si usted le gustaría añadir su nombre y el de su familia en el libro de oración: Libro de Oración

Regrese a la página principal: Página Principal

Alimente su espíritu, leyendo mensajes de fe para su edificación espiritual: Viviendo por la fe