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El arrebatamiento (Parte II)

Muchos viven sus vidas sin pensar que en cualquier momento el arrebatamiento puede ocurrir.

Muchos viven sus vidas sin pensar que en cualquier momento el arrebatamiento puede ocurrir.

El mal ya se ha preparado para ese momento. Ya sabe la explicación que dará y el modo de presentar al Anticristo como el protector y restaurador del equilibrio de la Tierra. Lamentablemente, no todos aquellos que son de Dios tienen el mismo cuidado. Muchos viven sus vidas sin pensar que en cualquier momento el arrebatamiento puede ocurrir. Lidian con sus problemas de modo carnal y descuidado, cayendo en las trampas que el mal coloca en su camino.

Piense bien: si el arrebatamiento sucediera dentro de media hora, ¿usted subiría? Examine su corazón en búsqueda de rencores, malos ojos, odio, malicia, malas intenciones… Con la consciencia de que este evento acontecerá en breve, ¿cómo debe hacer usted sus elecciones?

La Palabra de Dios enseña que el arrebatamiento será repentino, sin aviso. Entonces, cada minuto importa. No es de espantarse que el diablo cree situaciones, trampas e injusticias en la tentativa de hacer que el salvo guarde rencor, alimente malos pensamientos o se victimice. Él quiere hacer que la persona se aleje de Dios en sus pensamientos, sentimientos y actitudes. Al romper su comunión con Dios, su salvación queda en riesgo.

No sabemos cuán cerca está ese día. Si usted fuera tentado a guardar rencor, resista. Bendiga a quien lo hirió y dedíquese a buscar a Dios. Vigile. Entréguele todo a Él y confíe. No importa la situación que enfrente, decida no guardar rencor por obediencia a la Palabra de Dios. No es en vano que la Biblia refuerza tanto la necesidad de mantenerse vigilante. Cuando tenemos algo de mucho de valor en manos, enseguida pensamos en cómo reforzar la seguridad de aquel bien. Dependiendo de lo que fuera, usted puede ponerlo en una caja fuerte, dejarlo guardado en el banco, contratar seguridad, escolta armada o, al menos mantenerse alerta a cualquier movimiento sospechoso.

Si un vigía duerme en su puesto de vigilancia, no está haciendo bien en su trabajo. Su función es evitar que los ladrones ataquen el lugar para el cual él fue contratado para proteger. De la misma forma, somos alertados a permanecer atentos, practicando la Palabra de Dios y poniendo en acción nuestra fe para que ninguna trampa del diablo nos tome por sorpresa y nos aleje del Camino.

Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.

Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada. Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis. (Mateo 24:37-44).

No estamos autorizados a andar distraídos espiritualmente. En cualquier momento, los salvos desaparecerán. En un segundo. En un abrir y cerrar de ojos. Guarde su alma y esté listo para ese día. ¿Qué les sucederá a los que se queden aquí en la Tierra? Si pensar en eso lo incomoda y le causa miedo, es porque usted no está seguro de su salvación. ¡Es mejor que no solamente acepte al Señor Jesús como Su Salvador, sino que también practique Su Palabra, a fin de garantizar su arrebatamiento!

Continuará…

Libro: La Tierra va a Prenderse Fuego 
Autor: Obispo Renato Cardoso

Si le interesa lea también: El arrebatamiento (Parte I)

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