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No es magia, no es suerte, no es milagro. Es actitud con inteligencia
¿Dónde?
No existe una dirección fija donde encontrar un novio. ¡Conocemos a una pareja que se conoció en un velorio! Nunca, en nuestra más creativa imaginación, pensaríamos en recomendar tal lugar para que busque un novio.
— Pobre, murió tan joven. ¿Cómo lo conocías?
— Soy amiga de la niñera de la viuda.
— Debes estar destruida. ¿Puedo comprarte un café para consolarte?
No es el campeón de la seducción, pero ¿quiénes somos para decir que no funcionaría?
La cuestión no es tanto qué lugar, sino estar en algún lugar donde pueda encontrar a personas con los mismos objetivos y cualidades que usted. Si pensamos en este ángulo, encontrar a alguien en un velorio no parece ser tan loco:
■ Ustedes ya tienen algunos amigos en común.
■ Ustedes son personas compasivas, pues les interesa bastante el muerto o algún familiar cercano.
Las personas que se cierran en un círculo limitado, que parece más un triángulo — la madre, el perro y el celular — naturalmente tienen dificultad de encontrar a alguien. La razón no es la falta de personas disponibles, claro, sino la falla en no permitirse ampliar su contacto con otras personas.
Permítase ser casual. No sea tan rígido y cerrado como una ostra. Diga “sí” más veces en lugar de “no” siempre que una oportunidad se presente para que salga de su rutina social. Las casualidades favorecen a las personas casuales.
— Amiga, ¿quieres venir conmigo al velorio del marido de mi patrona?
Su voluntad es cero. El “no” es casi automático. Pero usted dice:
— ¡Claro, amiga! ¿Cómo podría perderme esta oportunidad tan fúnebre?
Y hoy, los personajes de esta historia real viven casados y felices hace 14 años. Recuerde: las casualidades favorecen a las personas casuales.
Claro, me refiero a la casualidad con responsabilidad. No va a salir con un total extraño que se le acercó en el parque y que la invitó a conocer la colección de cuchillos que tiene en el sótano de su casa. Me refiero a la actitud de salir de la rigidez y de la rutina de su agenda para exponerse a actividades que pueden facilitar acontecimientos agradables.
He notado que esas parejas que cuentan cómo encontraron a su par “por casualidad” es porque se permitieron ser casuales. Se encontraron cuando visitaron una biblioteca que nunca habían visitado; en la fiesta de cumpleaños del sobrino de ella; cuando él fue a ayudar en la mudanza del amigo… En fin, en realidad no fue por casualidad, sino porque se permitieron ser casuales.
Quien no es visto, es olvidado. Las personas que se quedan solas, se quedan solas; las personas que sociabilizan, raramente se quedan solas. Por lo tanto, haga las cosas bien para mejorar sus probabilidades:
■ Sea más casual y espontáneo
■ Permítase comenzar una amistad y sea un buen amigo
■ Salga del triángulo y aumente su círculo de amistades y contactos
■ Esté preparado para cancelar sus planes cuando surja una buena oportunidad de encontrar a personas interesantes
■ Participe activamente de grupos con intereses en común
■ Concurra y aparezca
No es magia. No es suerte. No es milagro. Es actitud con inteligencia.
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