Noticias | - 8:00 am
Los hijos de padres divorciados, principalmente preadolescentes o adolescentes, pueden enfrentar grandes conflictos internos a causa de la separación de sus padres. Los sentimientos de culpa, la bronca, el rechazo y la pérdida son comunes. El ingreso de una nueva persona en el lugar del padre o la madre que dejó a la familia suele ser muy delicada, incluso para los hijos más adultos. Aunque los hijos ya estén casados y no vivan cerca, suelen resistirse a la idea de un nuevo matrimonio de sus padres divorciados, si no es por razones emocionales, muchas veces lo es por razones económicas. Cuando los padres tienen bienes o dinero, podrán temer la pérdida de la herencia, o que les molesta ver que el padre gaste “más de lo que debía” con la nueva persona. Esa interferencia de los hijos puede ser real y muy conflictiva.
Pero las fases más críticas emocionalmente son, de hecho, la adolescencia y la preadolescencia. Aceptar el divorcio de los padres ya es un gran desafío para ellos; aceptar a una nueva persona en el lugar del padre o de la madre duplica la dificultad. Una razón más por la cual el divorciado, especialmente con hijos, no debe apresurarse a entrar en una nueva relación. Permita que sus hijos tengan un período suficiente de cura y aceptación por lo que sucedió.
Continuará…
Libro: Noviazgo Blindado
Autor: Obispo Renato y Cristiane Cardoso
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