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Cuando la conexión está hecha, la pareja puede pensar en asumir un compromiso
La atracción que nace de una amistad es la más prometedora, pues no está basada solo en lo físico o en lo visual. Una relación necesita mucho más que atracción física. Si usted se enamora del cuerpo de la persona y se casa con ella, el cuerpo eventualmente envejecerá y usted se cansará de ella. Entonces va a querer cambiarla por otra persona con el cuerpo más joven y más bello. Es eso lo que muchos han hecho. La atracción necesita ser mucho más que física — también mental y emocional. Es necesario que le gusten los pensamientos, las ideas, el carácter y la inteligencia de esa persona. La combinación de este contenido, sumada a la atracción física, es lo que producirá en usted buenos sentimientos cuando estén juntos, o sea, la atracción emocional. Es a partir de este momento que están preparados para comenzar un noviazgo.
Una cosa es sentirse atraído por alguien, otra es conectarse con ese alguien. La atracción puede ser una vía única — usted se siente atraído por la persona sin que necesariamente ella se sienta atraída por usted. Pero la conexión es una calle de doble mano — ustedes dos se conectan en una atracción mental y emocional mutua. Es cuando dos personas hacen “clic”. Eso es lo que se busca durante el noviazgo. Puede tardar un tiempo para que suceda o quizá nunca suceda — y, en ese caso, es mejor que ni siquiera comiencen o que enseguida terminen. Por esta razón, el período del noviazgo debe ser sobre todo marcado por el intercambio de informaciones, experiencias y mucha observación al comportamiento uno del otro. Muchos no invierten en esta parte, sino que se enfocan más en el noviazgo físico — besos, abrazos y otras formas de placer sensual o sexual. Entienda que es totalmente posible sentir placer sexual incluso con alguien a quien no ama. Por lo tanto, un noviazgo físico, con la finalidad de decidir si esa persona es adecuada para un casamiento, es engañoso e ineficaz. Inviertan en conocerse el uno al otro en los aspectos mental y emocional.
Cuando la conexión está hecha y se mantiene sin altos y bajos, la pareja puede seguramente pensar en asumir un compromiso con vistas al casamiento. Este “se mantiene sin altos y bajos” es importante, pues la conexión no puede ser solo durante los buenos momentos que la pareja disfruta, intermediados de peleas, indiferencia y oposición que nunca son resueltos. Las pequeñas discusiones y los desentendimientos forman parte del descubrimiento, pero nada que quebrante la relación. Es un gran error intentar pasar al compromiso y al casamiento en la esperanza de que el compromiso más serio corregirá los problemas de la relación. El compromiso debe partir de una certeza de ambas partes con respecto a construir una vida juntos, pase lo que pase. Donde hay duda, no puede haber compromiso.”
El matrimonio reúne las mejores condiciones para que haya una entrega física total entre la pareja. Antes de eso, no hay manera de tener la certeza real de que usted no está solo usando o siendo usado para el placer sexual. En el matrimonio en el que esta progresión fue seguida, ya no hay más duda, miedo o inseguridad sobre la relación. Y es en ese ambiente de certeza, confianza y garantía que la pareja está libre para entregarse físicamente, para buscar y darse placer uno al otro.
Un noviazgo blindado sigue y respeta esa progresión. Aunque usted ya esté de novio y su relación no esté siguiendo exactamente estas fases, nada le impide que se sitúe en qué fase está o cuál salteó, vuelva atrás y retome el proceso en el camino indicado. Por ejemplo, supongamos que su noviazgo ya llegó a la fase de la conexión física y que tengan una vida sexual activa. Pero nota que saltearon fases como la conexión mental y emocional (aún no se conocen muy bien) y el compromiso (no hubo ninguna conversación sobre el casamiento aún, ni una base para eso). Entonces, vuelvan a la fase tres para que puedan trabajar en la conexión mental y emocional, con vistas a llegar a un compromiso. Y, claro, mientras tanto, ¡manténganse vestidos!
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