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Antes de saltarte este capítulo porque piensa, “ah, yo no estoy divorciada, nunca me casé”, consideré esto: el “divorcio” no les ocurre solo a las personas legalmente casadas. Emocionalmente hablando, la ruptura de un largo noviazgo, o de una relación en la que prácticamente se vivía como marido y mujer, puede tener los mismos efectos de un divorcio.
Por lo tanto, le sugerimos que lea este capítulo, aunque nunca haya estado ni siquiera de novio con nadie. Como mínimo, nuestra esperanza es que esté tan alerta sobre lo que podrá suceder con usted si su primer matrimonio no funcionara, que quedará aún más cauteloso para construir un noviazgo y un futuro matrimonio verdaderamente blindados. Sí, porque usted no verá un libro “Divorcio Blindado” por ahí. Al menos no de nuestra autoría.
Vamos a considerar también cómo actuar cuando hay hijos de una relación anterior y, al final de este capítulo, algunas peculiaridades sobre el comienzo de una nueva relación después de la muerte del cónyuge. Entonces, vamos a considerar primero el caso de los divorciados.
Doble atención
Si la mayoría de los divorcios comienza en el noviazgo, la mayoría de los noviazgos después de un divorcio también está destinada al fracaso. Es fácil imaginar que después de equivocarse una vez sabrá cómo actuar mejor la próxima. Pero las estadísticas comprueban que las personas que se divorcian y se casan nuevamente se equivocan aún más. El índice de divorcio para los que se casan por segunda vez es casi 30% superior a la primera; y la tercera, aumenta otros 10%. Por lo tanto, si usted está divorciado y está pensando en comenzar una nueva relación, ¡preste doble atención! Además de todos los cuidados y criterios que explicamos aquí sobre un noviazgo blindado, el divorciado enfrenta algunos peligros y riesgos extras en la búsqueda de un nuevo amor.
Continuará…
Libro: Noviazgo Blindado
Autor: Obispo Renato y Cristiane Cardoso
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