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La medición del Templo

La medición del Templo

“Me fue dada una caña de medir semejante a una vara, y alguien dijo: Levántate y mide el templo de Dios y el altar, y a los que en él adoran. Pero excluye el patio que está fuera del templo, no lo midas, porque ha sido entregado a las naciones, y éstas hollarán la ciudad santa por cuarenta y dos meses”. Apocalipsis 11:1-2.

Después de que Juan comiera el librito abierto, que fue dulce en su boca y amargo en su estómago, recibió la orden del Ángel Poderoso que profetizara otra vez a muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes. Esa “otra vez” se refiere a una última oportunidad que el mundo recibirá de oír el Evangelio durante la Gran Tribulación por la boca de los dos testigos, los cuales retrataremos en breve.

La Tierra estará en sus momentos más críticos… Más de la mitad de la población mundial habrá muerto. A pesar de eso, la incredulidad, el engaño y las prácticas paganas dominarán el resto de la humanidad bajo una hipnosis espiritual generalizada. La llegada del Ángel Poderoso a la Tierra es como un oficial de justicia que llega a la puerta con una orden de desalojo. En este caso, el mensaje para la humanidad es: “¡El tiempo de ustedes se agotó! Presenten pruebas de pago por sus pecados o serán lanzados de aquí. Esta Tierra es Mía”. ¡La parte de la oración del Padre Nuestro “venga Tu Reino” está a punto de ser respondida! El Rey de reyes enseguida llegará.

Pero, primero, Juan tiene que medir el templo, el Altar, a los que en él adoran, y excluir a los que están en el patio del templo. Cuando Juan escribió el Apocalipsis, el templo en Jerusalén ya no existía, pues había sido destruido algunos años antes por los romanos. Sin embargo, según entendemos por las profecías bíblicas, será reconstruido en el mismo lugar donde hoy está la mezquita conocida como “Domo de la Roca”. Ya existen grupos de judíos preparándose para la construcción del Tercer Templo y el recomienzo de los rituales de sacrificios de animales, como se hacían en el pasado (en rechazo al sacrificio del Señor Jesús). Ellos ya tienen todo preparado, desde los utensilios sagrados hasta la vestimenta de los sacerdotes.

La organización israelita, Instituto del Templo, inició la “Academia de Entrenamiento de Sacerdotes”, una escuela que está preparando a levitas para que ejerzan el sacerdocio en el Tercer Templo, siguiendo las tradiciones. El instituto cuenta con más de 70 utensilios, además de las plantas del nuevo templo, y se ha dedicado seriamente a cumplir esta profecía, garantizada que, muy en breve, el paisaje en Jerusalén cambiará.

El Anticristo les permitirá a los judíos reconstruir el templo en la primera mitad de la Gran Tribulación, como un acto paz y unificación. Sin embargo, su objetivo es tomar el templo para sí. La verdad es que él odia a los judíos, pues de ellos vino la salvación y el Salvador, además de la santa Palabra de Dios. En el auge de su poder, en la segunda mitad de los siete años de tribulación, hará cesar los sacrificios diarios y profanará el Templo de Dios. Además, se opondrá a todo lo que se refiere a Dios y se presentará como un dios en la Tierra. Y el mundo lo abrazará, como suele abrazar a cualquier señor, menos el Verdadero.

Al ordenar la medición del templo, Dios está afirmado su posesión y la de Su pueblo, a quien protegerá durante la Gran Tribulación. Los judíos convertidos (los 144 mil sellados del capitulo 7) recibirán un favor especial durante el Apocalipsis, cómo será el caso de los testigos (también judíos). La medición del Altar sugiere que los sacrificios espirituales de cada uno son debidamente medidos por Dios. Somos Sus sacerdotes.

Pero excluye el patio que está fuera del templo —

esta exclusión significa el abandono de los incrédulos y de los religiosos hipócritas, que utilizan la religión, el Nombre y la Palabra de Dios para alcanzar sus propios intereses. Estos serán lanzados como los mayores y peores incrédulos.

Los 42 meses en los que las naciones pisarán la ciudad santa son, precisamente, los tres años y medio de la segunda mitad de la Gran Tribulación, en los que la profecía del Señor Jesús se cumplirá:

“… y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan”. Lucas 21:24.

Continuará…

Libro: La Tierra va a Prenderse Fuego 
Autor: Obispo Renato Cardoso

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