Noticias | - 5:03 pm
Las iglesias abiertas garantizan ayuda humanitaria a quienes no pueden trabajar por decretos de gobernadores y alcaldes.
Aún enfrentando las restricciones impuestas por las autoridades brasileñas desde el inicio de la pandemia de COVID-19, la Iglesia Universal del Reino de Dios ya ha ofrecido ayuda humanitaria a más de 16.7 millones de brasileños desde el año pasado. Con los templos cerrados, como algunos desean sectores gubernamentales y de la prensa, tal asistencia no sería posible.
La lucha contra el hambre ha sido una de las prioridades del apoyo ofrecido por la Universal a comunidades necesitadas, que sufren más por la crisis económica. Los estudios demuestran que, después del inicio de la pandemia, 116.8 millones de personas comenzaron a enfrentar algún grado de la inseguridad alimentaria en Brasil, lo que equivale al 55.2% de los hogares.
La proporción de la población desnutrida habría aumentado del 9% en 2020 al 10% este año. Hoy, hay 20 millones de brasileños sin comida en la mesa.
Ayudar a estas víctimas de los decretos que impiden a los trabajadores buscar su apoyo, la Universal ya ha recolectado y distribuido 1.3 millones de cajas de alimentos y 3.2 millones de comidas preparadas. También se donaron 721 mil prendas de vestir, 1.6 millones de paquetes de productos higiénicos, 244 mil libros, 134 mil mantas, entre otras cosas.
Los 8,700 templos de la Universal distribuidos en los 26 estados y el Distrito Federal están recolectando donaciones de alimentos para proveer a los más necesitados.
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