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El proyecto no dejó de brindarle apoyo a los más necesitados dentro de las cárceles y también a los familiares, respetando protocolos de salud como la distancia social
Concientizar sobre la verdadera calidad de vida, a través de la Palabra de Dios, a quienes creen. Con este objetivo en mente, los miembros del proyecto Universal en las Prisiones (UNP; sus siglas en portugués) en Rondônia visitaron el Centro de Resocialización Suely Maria Mendonça, ubicado en Porto Velho, la capital del estado, el pasado mes de febrero.
Desde el inicio de la pandemia, se ha restringido el acceso a las cárceles, tanto para los familiares visitantes como para el desempeño del trabajo del proyecto. Con eso, surgió la idea de realizar un momento de oración y fe por las internas, manteniendo la distancia social, en un área al aire libre de la cárcel de mujeres.
“Nosotros, que llevamos a cabo este trabajo, somos conscientes de las dificultades del aislamiento y estamos preocupados. Muchos internos pasaron meses sin noticias de la familia, un escenario propicio para que el mal actuara y agitara los sentimientos. Sabiendo sobre la importancia del trabajo espiritual que hacemos aquí, buscábamos en Dios una alternativa para llevarles la Palabra, durante este período. Desde las ventanas de la celda se puede ver el patio trasero. Entonces, desde allí llevamos a cabo la oración, respetando los protocolos sanitarios y el sistema penitenciario”, comentó el pastor Evandro Capanema Emenegildo, responsable del trabajo del proyecto en el estado.
Comunión con Dios
El mensaje de fe que fue dada tuvo como enfoque el siguiente versículo bíblico en el Salmo 34:12, “¿Quién es el hombre que desea vida, que desea muchos días para ver el bien?”
Creemos que la fe en Dios es fundamental para que las personas aguanten estos momentos. La Palabra de Dios calma, consuela, renueva esperanzas, da fuerza y hace lo imposible. Por este motivo no nos dimos por vencidos”, comentó el pastor.
La labor llegó a 133 internos. Según la artesana Yone de Sa Torres, voluntaria del proyecto UNP, es muy importante mantener este trabajo y llevar la Palabra de Dios a los privados de libertad, especialmente durante la pandemia.
“La ausencia del contacto con la familia les hace sentirse tristes y desanimadas. Cuando llegamos allí, mostramos que nos preocupamos, llevando un mensaje de fe. Se vuelven más fuertes y reviven sabiendo que hay alguien a quien realmente le importa. Incluso, durante la pandemia, no podemos detenernos. También continuamos apoyando a los familiares de las reclusas para que sepan que estamos orando, clamando por ellos, por una transformación completa de vida a través de la fe”, mencionó Yone.
UNP siempre en acción
El proyecto Universal en las Prisiones (UNP) opera en todo Brasil y en más de 20 países. En total, son 35 mil voluntarios que forman parte de este proyecto. Además, durante la pandemia, miles de voluntarios estás siguiendo todos los estándares de seguridad. Y, no dejan de llevar el apoyo material y la Palabra de Dios a quienes lo necesitan, dentro de las cárceles y también de los familiares de los detenidos.
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