Noticias | - 4:41 pm
No sólo la emergencia sanitaria, los damnificados por desastres naturales y los indigentes también fueron socorridos por los voluntarios de esta labor social
El 2020 ha sido un año que, sin duda, marcará la vida de millones de personas en el mundo entero, ya que desde su inicio cargó un cúmulo de sucesos inesperados: la pandemia del COVID-19, incendios que arrasaron a Australia, la plaga de langostas que devoraron todo a su paso en África y Medio Oriente, avispones asesinos gigantes en Estados Unidos y, en México, el resurgimiento de la lepra, desastres naturales, entre muchos otros sucesos.
Ahora bien, hablando en términos económicos, la pandemia ha dejado fuertes estragos: deudas, desempleo y, según los expertos, una nueva e impresionante cifra de personas en la pobreza; además de una crisis aún más severa para los sectores que ya eran vulnerables. No obstante, este escenario de dificultad fue la oportunidad perfecta para que muchos mostraran su generosidad y se solidarizaran con los menos favorecidos.
El grupo T-Ayudo tuvo un año muy activo y, gracias a las donaciones de un sinfín de personas, se pudo llevar alimento a diversas localidades a lo largo y ancho del país. Lugares que pocas veces son visitados, pero que, para los voluntarios de este grupo social, no podían pasar desapercibidos.
Uno de los principales apoyos se llevó acabo con el plan emergente: «Crisis COVID». No importó lugar, clima o idioma, llegaron a donde jamás lo imaginaron, siempre con un solo objetivo: ayudar al que menos tiene.
Conjuntamente, la generosidad de la Universal y de los voluntarios también se vio presente en las localidades golpeadas por desastres naturales, como Tabasco y Chiapas. Incluso, su trabajo fue reconocido por las autoridades. Asimismo, visitaron a los moradores de las calles. Semana a semana, mostraron su amor por los indigentes. De igual manera, se realizaron diversas campañas de donación de sangre, siempre cuidando a los donares con las medidas sanitarias pertinentes. Una labor que permitió salvar la vida de mucha gente.
Por otro lado, la Universal Evangelización Carcelaria (UEC) llevó acabo un arduo trabajo social en los diversos centros penitenciarios del país. La ayuda brindada fue tanto para los reclusos como para las familias de ellos.
Este fue un año de crisis para unos, pero, para T-Ayudo, la oportunidad de ayudar al que menos tiene. No obstante, esta labor también fue posible gracias a ti. El próximo año estaremos con el mismo amor y generosidad ayudando a quien más lo necesita; sin embargo, queremos seguir contando con tu apoyo, pues tus donaciones de alimento no perecedero son vitales para este trabajo social. Ten por seguro que tu aportación llegará a la mesa de las familias que hoy no tienen qué comer.
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