Voces dentro de su cabeza que le decían que no valía nada

Ya no vive con miedo, ya no se siente sola ni vacía

Una noche mientras todos dormían, algo extraño pasó. De repente lanzaron una piedra a su casa sin motivo aparente. Desde ese día comenzaron a suceder cosas malas. El ambiente en su hogar cambió por completo, se volvió pesado y lleno de discusiones. Ella empezó a sentirse enferma, cansada todo el tiempo, sin ganas de nada. Los médicos no encontraban nada, pero su cuerpo estaba débil y su alma también.

Empezó a escuchar voces dentro de su cabeza que le decían que no valía nada, que no era amada, que nadie la quería. Le decían que acabara con su vida, que sería mejor así. Vivía en una tormenta emocional constante, y su matrimonio estaba completamente destruido. Ya no había amor, solo peleas, gritos, silencios, dolor.

Fue en ese momento de desesperación que conoció la Iglesia Universal. A pesar de todo lo que escuchaba de otros, decidió ir. Desde el primer momento que entró sintió algo diferente, una paz que no sentía hacía mucho tiempo. Comenzó a asistir con fe, buscando ayuda, buscando una salida.

Poco a poco las cosas comenzaron a cambiar. Ella fue sanando, las voces desaparecieron, el ambiente en su casa se volvió tranquilo. Su matrimonio fue restaurado, volvió la comprensión, el cariño, el respeto. Pero lo más importante fue que recibió al Espíritu Santo, y con Él, todos sus tormentos espirituales fueron eliminados.

Hoy puede decir con certeza que su vida cambió. Ya no vive con miedo, ya no se siente sola ni vacía. Vive en paz, con alegría, con fuerzas para seguir adelante. Todo comenzó con una decisión: buscar a Dios con sinceridad y no rendirse. A través de la fe, todo fue transformado.

Testimonio Jessica Rodríguez.