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Lo inteligente es comenzar la relación de arriba hacia abajo
Si usted ya vio películas de espionaje, a lo 007 o Misión Imposible, va a recordar esa típica escena, presente en casi todos los enredos. Un oficial de la agencia central de inteligencia del servicio secreto convoca al espía héroe para darle su misión. Él recibe una carpeta, normalmente con la frase “TOP SECRET” marcada en la tapa en rojo, en letras grandes (¿alguien realmente espera que aquella marca hará que algún curioso piense: “Oh, eso es un secreto, ¿no voy a mirar”?) Adentro, la ficha completa de la persona de interés, blanco del servicio secreto, que el espía mira y, mágicamente, memoriza en segundos todos los datos que están allí, sin al menos ojear la carpeta. Corta al héroe ya en otra parte del mundo, en el rastro de su blanco.
El espionaje es ilegal, pero muchos países lo practican como forma de defensa contra enemigos reales o potenciales. No es difícil entender la lógica de esa práctica: sin inteligencia sobre su enemigo, es prácticamente imposible defenderse de él. Hasta Dios aconsejó a Moisés que enviara espías a la Tierra Prometida antes de conquistarla1. El conocimiento nos da poder.
No estamos sugiriendo aquí que usted haga nada ilegal ni que su futuro novio sea un enemigo. La cuestión es entender la importancia de juntar el máximo de informaciones sobre una persona antes y durante el noviazgo para que usted no entre en una complicación. Créalo, eso nunca fue tan importante como lo es actualmente.
En un mundo cada vez más poblado, donde las personas ni se conocen y pueden fácilmente ser quienes quieran por detrás de una pantalla electrónica, saber lo máximo posible sobre un candidato a noviazgo es cuestión de sobrevivencia. La persona podrá llegar a ser un excelente cónyuge o su peor pesadilla. Usted no puede arriesgar su vida dejando que a su corazón le guste y se entregue a alguien antes de que su mente saque y apruebe la ficha de la persona.
Lamentablemente, la mayoría de las personas no ha tenido ese cuidado. Y la razón es que muchas relaciones de hoy comienzan de abajo hacia arriba.
Primero, los dos buscan la atracción física y muchas veces inmediatamente van al beso, al abrazo, al contacto físico… e incluso puede surgir el sexo. Después, puede ser que nazca un sentimiento más afectivo, un querer; la pareja pasa a verse más regularmente — y el contacto físico continúa, claro. En un tercer nivel, la relación llega a la mente — y, casi siempre, alguien descubre la tontería que hizo.
Entonces la relación termina o entra en crisis por problemas que no fueron vistos antes. Es decir, comienza por el sexo o la relación física, sube al corazón (sentimiento) y solo entonces llega a la razón — casi siempre demasiado tarde.
Lo inteligente es comenzar la relación de arriba hacia abajo. Primero, la pareja usa la inteligencia, la mente, para identificar y conocer a una persona compatible.
Si la mente aprueba las informaciones, le da permiso al corazón para comenzar a gustar de la persona. Si todo se desarrolla bien, pasan al tercer nivel: se casan y entonces se entregan de cuerpo, alma y espíritu.
Sacar la ficha de la persona es comenzar la relación de arriba hacia abajo, con inteligencia y visión en vez de tontería y ceguera. Así, usted prepara el blindaje del noviazgo desde el inicio — en realidad, aún antes de comenzarlo.
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