Noticias | - 3:09 pm
Ahora puedo mirar hacia el futuro con esperanza
Mi pesadilla comenzó cuando empecé a dejarme llevar por malas influencias y a hacer cosas que, al principio, se sentían bien y hasta normales. Pensaba que no había nada de malo en seguir el camino que los demás elegían para mí, ya que todos parecían estar tan seguros de lo que hacían. Al principio, todo parecía inofensivo, como si estuviera simplemente buscando un lugar al que pertenecer. Pero, con el tiempo, lo que en un principio me dio satisfacción empezó a convertirse en una prisión invisible. Cada vez me sentía más perdida, atrapada en un círculo vicioso del que no podía salir.
La presión externa e interna comenzó a ser insoportable. Me exigía mucho más de lo que podía dar, y cada día se volvía una lucha constante con mis propios pensamientos y emociones. La culpa me pesaba como una losa, y me hundía cada vez más en una profunda depresión. Mi mente estaba llena de pensamientos oscuros, y los días se deslizaban sin rumbo, marcados solo por el sufrimiento y las lágrimas. A menudo me encontraba sola en medio de la multitud, desconectada de todo lo que una vez había tenido significado para mí. El dolor me envolvía, y la idea de que nunca saldría de esa oscuridad me parecía inevitable.
Pero, entonces, algo inesperado sucedió. Encontré el grupo YPG, un lugar donde, por primera vez en mucho tiempo, sentí que podía ser yo misma sin miedo al juicio. Al principio, dudaba, pero al poco tiempo me di cuenta de que algo diferente estaba ocurriendo. En este grupo, no solo me ofrecieron apoyo, sino también comprensión y, lo más importante, amor incondicional. Fue ahí donde comencé a ver una luz al final del túnel. Cada encuentro, cada conversación, me iba sanando poco a poco. El dolor de mi pasado, que parecía imposible de superar, empezó a desvanecerse. La oscuridad que había estado presente en mi vida durante tanto tiempo comenzó a ser reemplazada por una luz cálida de esperanza.
Poco a poco, pude ir dejando atrás las huellas de mis heridas. Encontré un propósito que me dio fuerzas para seguir adelante, y descubrí que la alegría no era solo un sentimiento lejano, sino algo que podía experimentar de nuevo. Gracias a las enseñanzas y el apoyo constante que recibí, empecé a reconstruir mi vida sobre una base sólida de paz y felicidad. Hoy, mi vida tiene un propósito claro y una dirección, y aunque las sombras del pasado aún intentan acecharme de vez en cuando, sé que tengo las herramientas necesarias para enfrentarlas.
Ahora puedo mirar hacia el futuro con esperanza, con la certeza de que no estoy sola y que mi historia no termina en la oscuridad. Mi vida ha dado un giro de 180 grados, y aunque no olvido de dónde vengo, celebro todo lo que he aprendido y cómo he crecido. La paz y la felicidad han sustituido a la tristeza, y hoy soy una nueva persona, llena de gratitud y amor por todo lo que el camino me ha enseñado.
Testimonio de Leslie Padilla.
.
.
.
¿Usted quiere parar de sufrir y no ha logrado ser feliz? ¿Está enfrentando problemas en su familia o infelicidad en su vida sentimental? Independientemente de los problemas que usted esté enfrentando, ¡existe una salida! Le extendemos una invitación especial para el día domingo donde es realizada las 7 oraciones de fe y poder determinando la bendición de Dios en todos los aspectos de su vida. No deje ir esta oportunidad y acompáñenos el domingo a las 7am, principalmente 10am, 3pm o 6pm en el 703 S Broadway, Los Ángeles, CA 90014. También nos puede acompañar a las 9:30am en el 625 S Bonnie Brae St, Los Ángeles, CA 90057 o en la Universal más cercana a usted.
Lea también: Tuvo que vivir bajo la dependencia de sus suegros
Síganos en Instagram: @iglesiauniversalusa