La confianza: La cualidad más sexy (parte III)

Pero, ¿de dónde viene esa autoconfianza?

Desde ese día en adelante, cambié. Dejé de pedirle a mi marido que conversara conmigo y, de repente, él comenzó a conversar. Dejé de pedirle que me incluyera en su vida y, de repente, yo era gran parte de ella.

Cuando comencé a involucrarme en lo que él hacía, entré en su mundo y para él se tornó fácil compartir su día conmigo. Desde que dejé de implorar su atención, él comenzó a sentir mi falta, a llamarme, a darme más valor.

Hoy él habla sobre eso y cómo cambió, pero yo sé que su cambio solo sucedió después del mío.

Fue después de esa experiencia que descubrí que una de las cualidades más sexys de una mujer es su autoconfianza. El hombre puede ser atraído por la belleza del rostro, viajar en las curvas del cuerpo femenino, pero todo eso pierde rápido el atractivo debido a la familiaridad. Una vez que tiene acceso a ese cuerpo, ya no es más una novedad. Por eso, lo que realmente mantiene la relación, independientemente de la apariencia física, es lo interesante que esa mujer se mantiene dentro de la relación. Es la cualidad que atrae, conquista y mantiene a la pareja unida, a pesar del tiempo.

La autoconfianza es la cualidad más sexy, más seductora y más atrayente para el sexo opuesto. La persona atrayente anda con la cabeza erguida, tiene un sentido de valor propio y cree ser única y especial — sin ser arrogante. Eso es irresistible y nunca envejece.

Pero, ¿de dónde viene esa autoconfianza? Primero debemos diferenciar lo que muchas personas confunden: la autoconfianza y la autoestima. Hoy en día, parece estar de moda decir “mi autoestima está baja”. Es triste ver a tantas personas adhiriéndose a eso.

Por más absurdo que parezca, creen ciegamente lo que los medios predican: “si su nariz está arruinando su autoestima, arréglela o nadie más va a amarla”. En la baja autoestima, las personas se hacen inferiores hasta no tener ninguna razón para vivir. Sin embargo, la autoestima no tiene nada que ver con la autoconfianza. No siempre me siento bien con mi cuerpo, pero siempre estoy bien conmigo misma. Es decir, mi autoestima puede no estar allí arriba, pero mi autoconfianza no cambia.

La autoestima está relacionada a lo que usted siente sobre sí mismo y la autoconfianza está relacionada a lo que usted sabe sobre sí mismo.

No siempre sentimos ganas de arreglarnos bien. Hay días en los que nos despertamos sin disposición, otros en los que nos despertamos tarde, otros en los que estamos molestas por algo. Pero nuestro valor no está en lo que sentimos, sino en lo que sabemos que somos. Esa es la diferencia. No es porque me atrasé que ahora voy a pensar que soy una perezosa. Pero es eso lo que la baja autoestima hace. Determina quién es usted, basada en lo que usted siente.

Note cómo, la mayoría de las veces, la autoestima viene del exterior: el cuerpo, los diplomas, la posición en la empresa, la popularidad en la escuela o la atención familiar. Pero nada de eso debería dictar lo que pienso de mí, incluso porque son cosas temporales. El cuerpo va a envejecer de todas formas, los diplomas no siempre van a abrir puertas, la posición en la empresa puede perderse, la popularidad en la escuela es solo por un tiempo y la atención familiar depende mucho de las circunstancias.

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