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Personas mal intencionadas que quisieron perjudicar sus negocios

Comenzó a tener problemas para mantener en alto los números

Personas mal intencionadas que quisieron perjudicar sus negocios

David Mendoza fue víctima de un ataque de brujería de parte de personas mal intencionadas que quisieron perjudicar sus negocios, y desafortunadamente pudieron cumplir sus objetivos. Recuerda con detalle aquella sutil coincidencia, ese día que creyó haberse conseguido un billete en la calle, pero lo que desconocía era que, al ponerlo en la registradora de uno de sus negocios, solo se estaba condenando a sí mismo.

A partir de este suceso tanto la vida como los negocios de David Mendoza comenzaron a caer en picada en un abismo de pérdidas y problemas, había perdido el control de los tres negocios que administraba por lo que comenzó a tener problemas para mantener en alto los números. Las deudas que acarreaba le hicieron entrar en discusiones tanto como con sus clientes como con sus proveedores, los cuales se fueron alejando de él al perderle confianza.

La mala administración con la que estaba conduciendo sus negocios le hizo perder su fluente ingreso, por lo que empezó a tener problemas en casa con su esposa, quien le reprochaba su incapacidad para mantener las necesidades básicas del hogar.

David Mendoza, quien ya venía descontrolando su vida con el consumo de bebidas alcohólicas y estupefacientes, se entregó aún más a esa vida cuando, por causa de su malversación y derroche, fue abandonado por su esposa.

No fue hasta que David Mendoza tocó fondo y pagó el precio de todas sus acciones que decidió darse una oportunidad y tratar de remedirse así mismo, fue en ese entonces que decidió asistir a la Iglesia Universal, y confiesa tras su primera visita, haber llorado como un niño tras haberse podido desahogar y liberar todas esas frustraciones que habitaban en él.

Hasta que un día David Mendoza fue recibido por el Espíritu Santo, quien lo liberó de toda maldición y acto de brujería que habría mantenido su vida bajo las sombras. Hoy en día es un hombre feliz quien no solo ha podido sacar adelante de nuevo sus negocios y recuperar sus fructíferas ganancias, sino que además ha vuelto a vivir feliz junto a su familia.

Testimonio David Mendoza.

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