Noticias | - 4:46 pm
1 El Señor llamó a Moisés desde el tabernáculo[a] y le dijo: 2 «Da las siguientes instrucciones al pueblo de Israel: cuando presentes un animal como ofrenda al Señor, lo puedes tomar de la manada del ganado o del rebaño de ovejas y cabras.
3 »Si el animal que ofreces como ofrenda quemada es de la manada, debe ser un macho que no tenga ningún defecto. Llévalo a la entrada del tabernáculo para que seas[b] aceptado por el Señor. 4 Coloca la mano sobre la cabeza del animal, y el Señor aceptará la muerte del animal en tu lugar a fin de purificarte y hacerte justo ante él.[c] 5 Luego matarás al becerro en la presencia del Señor, y los hijos de Aarón, los sacerdotes, ofrecerán la sangre del animal al salpicarla por todos los lados del altar que está a la entrada del tabernáculo. 6 Después se le quitará la piel al animal y se cortará en pedazos. 7 Los hijos del sacerdote Aarón encenderán un fuego de leña sobre el altar, 8 y acomodarán los pedazos de la ofrenda, junto con la cabeza y la grasa, sobre la leña que arde en el altar. 9 Sin embargo, las vísceras y las patas deben lavarse primero con agua. Después el sacerdote quemará el sacrificio completo sobre el altar como ofrenda quemada. Es una ofrenda especial, un aroma agradable al Señor.
10 »Si el animal que ofreces como ofrenda quemada es del rebaño, podrá ser una oveja o una cabra, pero deberá ser un macho sin defecto. 11 Matarás al animal en el lado norte del altar en la presencia del Señor, y los hijos de Aarón, los sacerdotes, salpicarán su sangre por todos los lados del altar. 12 Luego cortarás al animal en pedazos, y los sacerdotes acomodarán los pedazos de la ofrenda, junto con la cabeza y la grasa, sobre la leña que arde en el altar. 13 Sin embargo, las vísceras y las patas deben lavarse primero con agua. Después el sacerdote quemará el sacrificio completo sobre el altar como ofrenda quemada. Es una ofrenda especial, un aroma agradable para el Señor.
14 »Si ofreces un ave como ofrenda quemada al Señor, elegirás una tórtola o un pichón de paloma. 15 El sacerdote llevará el ave al altar, le arrancará la cabeza y la quemará sobre el altar; pero primero deberá escurrir la sangre y dejarla correr sobre un costado del altar. 16 El sacerdote también debe quitarle el buche y las plumas,[d] y echarlos en las cenizas al lado oriental del altar. 17 Luego, sujetando el ave por las alas, el sacerdote la abrirá, pero sin despedazarla. Después la quemará como ofrenda quemada sobre la leña que arde en el altar. Es una ofrenda especial, un aroma agradable al Señor.
2 »Cuando presentes grano como una ofrenda al Señor, deberá ser de harina selecta. Derramarás sobre la harina aceite de oliva, la rociarás con incienso 2 y la llevarás a los hijos de Aarón, los sacerdotes. El sacerdote tomará un puñado de la harina humedecida con aceite, junto con todo el incienso, y quemará esta porción representativa sobre el altar. Es una ofrenda especial, un aroma agradable al Señor. 3 Luego, el resto de la ofrenda de grano será entregado a Aarón y a sus hijos. Esta ofrenda será considerada una porción sumamente santa entre las ofrendas especiales presentadas al Señor.
4 »Si la ofrenda es de grano cocido al horno, debe ser de harina selecta, pero sin levadura. Se puede presentar en la forma de panes planos mezclados con aceite de oliva, o de obleas untadas con aceite de oliva. 5 Si la ofrenda de grano se cocina en un sartén, debe ser de harina selecta humedecida con aceite de oliva, pero sin levadura. 6 Pártela en pedazos y derrama sobre ella aceite de oliva; es una ofrenda de grano. 7 Si la ofrenda de grano se cocina en una cacerola, debe ser de harina selecta y aceite de oliva.
8 »Cualquiera que sea la forma en que se prepare la ofrenda de grano para el Señor, la llevarás al sacerdote, quien la presentará en el altar. 9 El sacerdote tomará una porción representativa de la ofrenda de grano y la quemará sobre el altar. Es una ofrenda especial, un aroma agradable al Señor. 10 El resto de la ofrenda de grano se entregará a Aarón y a sus hijos como alimento. Esta ofrenda será considerada una porción sumamente santa entre las ofrendas especiales presentadas al Señor.
11 »No uses levadura cuando prepares alguna de las ofrendas de grano que presentes al Señor, porque ni la levadura ni la miel deben ser quemadas como una ofrenda especial presentada al Señor. 12 Puedes ponerle levadura y miel a una ofrenda de las primeras cosechas, pero estas nunca deberán ser ofrecidas sobre el altar como un aroma agradable al Señor. 13 Sazona con sal todas tus ofrendas de grano, para acordarte del pacto eterno de Dios. Nunca te olvides de poner sal a las ofrendas de grano.
14 »Si presentas al Señor una ofrenda de grano de la primera porción de tu cosecha, lleva grano fresco, molido y tostado sobre el fuego. 15 Pon aceite de oliva sobre esta ofrenda de grano y échale incienso. 16 Luego el sacerdote tomará una porción representativa del grano humedecido con aceite, junto con todo el incienso, y la quemará como una ofrenda especial presentada al Señor.
Salmos 1 y 2
1 Qué alegría para los que
no siguen el consejo de malos,
ni andan con pecadores,
ni se juntan con burlones,
2 sino que se deleitan en la ley del Señor
meditando en ella día y noche.
3 Son como árboles plantados a la orilla de un río,
que siempre dan fruto en su tiempo.
Sus hojas nunca se marchitan,
y prosperan en todo lo que hacen.
4 ¡No sucede lo mismo con los malos!
Son como paja inútil que esparce el viento.
5 Serán condenados cuando llegue el juicio;
los pecadores no tendrán lugar entre los justos.
6 Pues el Señor cuida el sendero de los justos,
pero la senda de los malos lleva a la destrucción.
2 ¿Por qué están tan enojadas las naciones?
¿Por qué pierden el tiempo en planes inútiles?
2 Los reyes de la tierra se preparan para la batalla;
los gobernantes conspiran juntos
en contra del Señor
y en contra de su ungido.
3 «¡Rompamos las cadenas!—gritan—,
¡y liberémonos de ser esclavos de Dios!».
4 Pero el que gobierna en el cielo se ríe;
el Señor se burla de ellos.
5 Después los reprende con enojo;
los aterroriza con su intensa furia.
6 Pues el Señor declara: «He puesto a mi rey elegido en el trono
de Jerusalén,[a] en mi monte santo».
7 El rey proclama el decreto del Señor:
«El Señor me dijo: “Tú eres mi hijo.[b]
Hoy he llegado a ser tu Padre.[c]
8 Tan solo pídelo, y te daré como herencia las naciones,
toda la tierra como posesión tuya.
9 Las quebrarás[d] con vara de hierro
y las harás pedazos como si fueran ollas de barro”».
10 Ahora bien, ustedes reyes, ¡actúen con sabiduría!
¡Quedan advertidos, ustedes gobernantes de la tierra!
11 Sirvan al Señor con temor reverente
y alégrense con temblor.
12 Sométanse al hijo de Dios,[e] no sea que se enoje
y sean destruidos en plena actividad,
porque su ira se enciende en un instante.
¡Pero qué alegría para todos los que se refugian en él!
Proverbios 18
La gente poco amistosa solo se preocupa de sí misma;
se opone al sentido común.
2 A los necios no les interesa tener entendimiento;
solo quieren expresar sus propias opiniones.
3 Hacer el mal resulta en la vergüenza,
y la conducta escandalosa trae desprecio.
4 Las palabras sabias son como aguas profundas;
la sabiduría fluye del sabio como un arroyo burbujeante.
5 No es correcto absolver al culpable
o negarle la justicia al inocente.
6 Con sus palabras, los necios se meten continuamente en pleitos;
van en busca de una paliza.
7 La boca de los necios es su ruina;
quedan atrapados por sus labios.
8 Los rumores son deliciosos bocaditos
que penetran en lo profundo del corazón.
9 El perezoso es tan malo
como el que destruye cosas.
10 El nombre del Señor es una fortaleza firme;
los justos corren a él y quedan a salvo.
11 Los ricos piensan que su riqueza es una gran defensa;
imaginan que es una muralla alta y segura.
12 La arrogancia va delante de la destrucción;
la humildad precede al honor.
13 Precipitarse a responder antes de escuchar los hechos
es a la vez necio y vergonzoso.
14 El espíritu humano puede soportar un cuerpo enfermo,
¿pero quién podrá sobrellevar un espíritu destrozado?
15 Las personas inteligentes están siempre dispuestas a aprender;
tienen los oídos abiertos al conocimiento.
16 Ofrecer un regalo puede abrir puertas;
¡es una vía de acceso a la gente importante!
17 El primero que habla en la corte parece tener la razón,
hasta que comienza el interrogatorio.
18 Tirar una moneda[a] puede acabar con la disputa;
resuelve los desacuerdos entre grandes oponentes.
19 Un amigo ofendido es más difícil de recuperar que una ciudad fortificada.
Las disputas separan a los amigos como un portón cerrado con rejas.
20 Las palabras sabias satisfacen igual que una buena comida;
las palabras acertadas traen satisfacción.
21 La lengua puede traer vida o muerte;
los que hablan mucho cosecharán las consecuencias.
22 El hombre que halla esposa encuentra un tesoro,
y recibe el favor del Señor.
23 El pobre ruega misericordia;
el rico responde con insultos.
24 Hay quienes parecen amigos, pero se destruyen unos a otros;
el amigo verdadero se mantiene más leal que un hermano.