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(Parte 1) Durante décadas, las casas inteligentes han sido un pilar de la cultura pop...
Durante décadas, las casas inteligentes han sido un pilar de la cultura pop, desde la película de Disney de 1999 «Smart House», en la que una casa artificialmente inteligente adquiere la personalidad de una madre dominante, hasta la casa retro de alta tecnología de «Los Supersónicos» («The Jetsons»). Los dibujos animados de los años sesenta ofrecían su visión de la vida doméstica de un siglo después, desde un cuarto de baño que te peina y te cepilla los dientes, hasta la siempre atenta y sobrecargada de trabajo Robotina (Rosie), la empleada doméstica robot.Algunos de los enseres y muebles de los «Jetsons», como la cama que expulsaba al ocupante como si fuera un pan tostado, siguen siendo una quimera. Pero 60 años después, tenemos sus relojes inteligentes y sus (comparativamente primitivos) asistentes digitales.
En nuestros hogares, dispositivos como Google Nest identifican a amigos o extraños en la puerta, mientras que las luces Philips Hue pueden programarse para cambiar de color en función de nuestros ritmos circadianos. Cuando planificamos las comidas de la semana, el refrigerador Family Hub de Samsung fotografía lo que queda en la nevera y hace sugerencias basadas en nuestras dietas. Si hay sonidos inusuales en nuestras casas (como el gato que tira perezosamente un vaso al suelo), Alexa de Amazon nos alerta. En 2020, Samsung también adelantó un próximo compañero robot llamado Ballie, que puede rodar como BB-8 de «Star Wars» y ayudar a operar nuestros dispositivos domésticos inteligentes.
Puede que aún no tengamos la sala de estar de «Los Supersónicos» («The Jetsons»), pero en la última década, los dispositivos inteligentes integrados se han convertido en un pilar en nuestros hogares. Crédito: leanza abucayan/cnn
En su mayoría, seguimos enseñándole a nuestros dispositivos cómo hacer mejor su trabajo, pero eso está por cambiar, de acuerdo con el profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) Joseph A. Paradiso, que dirige el grupo Responsive Environments del MIT Media Lab.
Poco más de dos décadas después de que el fallecido inversor de capital riesgo Eli Zelkha y su equipo de Palo Alto Ventures introdujeran el concepto de «inteligencia ambiental», planteando un futuro en el que los aparatos electrónicos fueran partes omnipresentes, interconectadas y receptivas de nuestros hogares, estamos a punto de hacer realidad su visión. El campo de la tecnología ambiental, en pleno auge, promete dispositivos electrónicos innovadores e intuitivos que se fundan con el sonido ambiental de nuestra vida cotidiana.
«Pronto habrá sistemas que serán proactivos», afirma Paradiso en una entrevista en video. Nuestros dispositivos «van a ver y oír como nosotros, y nos van a sugerir e indicar».
En 2018, Amazon incursionó en estas aguas con la función Hunches de Alexa, que puede realizar pequeñas tareas, como apagar las luces inteligentes por ti cuando te vas a dormir sin que tú se lo indiques. Hasta este mes de enero, los usuarios tenían que dar permiso para que Alexa actuara a partir de sus propias decisiones. Pero ahora, una vez que has optado por ello, Alexa puede decidir qué hacer en tu casa basándose en tus hábitos.
«Es un gran cambio en tu relación con Alexa, si empieza a decidir cosas por ti», explicó en una entrevista en video Sarah Housley, jefa de tecnología de consumo de la empresa de previsión de tendencias WGSN.
Alexa, la asistente digital de Amazon, ahora puede tomar decisiones por los usuarios basándose en sus hábitos, gracias a la función «Hunches».
A medida que avanza la tecnología, la inteligencia artificial (IA), el pilar de la tecnología ambiental, probablemente aumentará más áreas de nuestras vidas. Cualquier error, sin embargo, puede provocar una reacción adversa, advirtió Housley.
«Bastaría con que un sistema intuitivo de IA tomara una mala decisión que repercutiera negativamente en ti o en otra persona. Y entonces habría un tipo de conversación cultural muy rápida sobre quién tiene la culpa de las decisiones que la tecnología está tomando por ellos», dijo Housley, señalando el debate en torno a un accidente fatal de Uber de autoconducción en 2018.
Y esa conversación está destinada a llegar pronto: Para 2030, WGSN ha predicho que utilizaremos 50.000 millones de dispositivos conectados en todo el mundo, creando redes inteligentes dentro y fuera del hogar.
Continuara…
Fuente de información: CNN