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Durante el primero de dos días de negociaciones sobre comercio y tecnología en Pittsburgh.
Durante el primero de dos días de negociaciones sobre comercio y tecnología en Pittsburgh, los representantes de ambas partes giraron instrucciones a sus grupos de trabajo para continuar con las deliberaciones en temas que van desde el clima y estándares de tecnologías limpias hasta asuntos de comercio global, incluyendo los aranceles que han tensado las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea y las prácticas comerciales predatorias de China.
La secretaria de Comercio, Gina Raimondo, y la representante comercial, Katherine Tai, encabezaron la delegación estadounidense —acompañadas por el secretario de Estado Antony Blinken, para la reunión inaugural del Consejo de Comercio y Tecnología EEUU-UE. El encuentro se llevó a cabo bajo un ambiente tenso debido a la molestia de la Unión Europea luego de ser excluida de una nueva iniciativa de seguridad para la región Indo-Pacífico encabezada por Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia, y cuyo objetivo es contrarrestar la creciente influencia de China en la región.
Raimondo aseguró que la controversial disputa del Indo-Pacífico era ajena a la cumbre y no se tocaría el tema, mientras que Blinken y la delegación europea aplaudieron las negociaciones, las cuales describieron como sumamente productivas y cooperativas para promover la creación de nuevas reglas en el camino a un comercio global.
“Trabajamos de manera sumamente estrecha”, reconoció Blinken. “Cuando colaboramos tan de cerca tenemos una capacidad única para ayudar a delinear las normas y estándares y reglas que regirán la manera en que se utiliza la tecnología; la tecnología afecta la vida de prácticamente todos nuestros ciudadanos. Tenemos una capacidad para marcar el ritmo y establecer el estándar”.
En un comunicado emitido tras las conversaciones, ambas partes acordaron la necesidad de mantener una revisión de las inversiones y los controles de exportación, ratificaron su intención de desarrollar sistemas de inteligencia artificial que sean “innovadores y confiables” y “respeten los derechos humanos universales y los valores democráticos compartidos”, y se comprometieron a forjar una alianza para ajustar las cadenas de suministro de semiconductores.
Ambas partes tenían la esperanza de progresar en varias disputas, incluyendo los aranceles estadounidenses a las importaciones de acero y aluminio procedente de la UE, y una postura unificada en contra de las políticas comerciales predatorias de China. Sin embargo, el comunicado conjunto de 17 páginas no se refirió en específico a alguno de esos temas, así como tampoco mencionó a China por su nombre.
Fuente: SanDiegoUnionTribune
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