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El petróleo ha ensuciado las playas en el área y representa una amenaza para la fauna silvestre.
Las autoridades que investigan uno de los mayores derrames de petróleo en California tratan de determinar si el oleoducto submarino que expulsó 572.807 litros de crudo en el océano Pacífico sufrió daños por el ancla de algún barco.
Los puertos de Los Ángeles y Long Beach son las dos terminales marítimas de contenedores de mayor actividad en Estados Unidos y juntos procesan hasta 100 cargueros diarios. Todas esas naves atraviesan el área y echan ancla por donde pasa el oleoducto.
“Estamos investigando si pudo ser el ancla de una nave, pero eso es ahora una evaluación preliminar”, dijo la teniente de la Guardia Costera Jeannie Shaye.
Mientras tanto, los residentes de Huntington Beach, en California, dijeron que las autoridades reaccionaron con lentitud al derrame en el mar.
El petróleo, que ha ensuciado las playas y representa una amenaza para la fauna silvestre, se cree que proviene de una filtración en un oleoducto submarino.
En un comunicado de la empresa se explicó que descubrió el derrame e inmediatamente notificó a la Guardia Costera y activó su respuesta a este tipo de incidentes. También dijo que cerró el oleoducto y envió un vehículo de operación remota para tratar de encontrar la filtración.
Garry Brown, presidente del grupo ambientalista Orange County Coastkeeper y residente de Huntington Beach, declaró que “cuando el petróleo llega hasta la playa ya ha causado grandes daños” y dijo que “pudo haberse evitado con una respuesta rápida”.
Más de 572.000 litros de crudo se han reportado derramados y gran parte ha llegado hasta la costa del Condado de Orange. Según la alcaldesa de Huntington Beach, Kim Carr, algunas playas en el área pudieran cerrar por semanas y hasta meses.
En respuesta al derrame, cuadrillas dirigidas por la Guardia Costera han emplazado succionadores y barreras para tratar de contener los daños.